Debate obligatorio entre candidatos, una propuesta a medias

Esta semana, la oficina de prensa del diputado Provincial Manuel Pagliaroni (CAMBIEMOS), dio a concoer la presentación por parte de ese legislador chubutense, de un proyecto de ley, impulsando que los candidatos a ocupar cargos electivos participen de un debate público. Una propuesta interesante que debe ser eje de debate, partiendo desde el argumento esgrimido por el propio Pagliaroni al presentar su proyecto.

“Hay una necesidad de la ciudadanía de conocer en profundidad el pensamiento y los proyectos de gobierno que impulsa cada candidato, previo a la celebración de una elección general”, expresa Pagliaroni.

¿Realmente tiene esa necesidad la sociedad?. Comparto en que la sociedad debería saber que piensan y/o proponen los candidatos. Pero, insisto.. ¿siente esa necesidad? ¿Hay una sede de conocimiento por parte del votante en torno a que piensan los políticos?.

Días previos a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, desde esta misma columna expresábamos el desinterés por lo que estaba en juego en las urnas. Fueron innumerables las publicaciones en redes sociales y las encuestas realizadas por medios de comunicación en la vía pública, en las que la gente reconocía que no sabía y no le interesaba saber que se votaba. E incluso, ni siquiera sabía si era una obligación sufragar y públicamente reclamaban por la “pérdida de tiempo y plata”.

Pero hay otra cuestión a tener en cuenta: el proyecto de Pagliaroni es incompleto. Está claro que el desinterés de muchos ciudadanos en los políticos pasa por el descreimiento, un descreimiento que tiene raíz en las decenas de miles de promesas de campañas escuchadas y que no se cumplen.

Recordará el lector el debate protagonizado por el hoy presidente de la Nación Mauricio Macri y el, por entonces candidato del FPV Daniel Scioli, en la que de cara a la ciudadanía y mirando de frente a las cámaras, quien hoy ostenta el máximo cargo político de la Argentina dijo lo que iba a hacer y lo que no iba a hacer. Aquel debate es recordado, cada tanto, en las hoy habituales “memes” con la frase “en que te han convertido Daniel”. Daniel (Scioli), recibía esa reprimenda por decirle a Mauricio Macri, que iba a hacer lo que está haciendo.

Poco más de un año después, el propio Macri dijo en una entrevista que, “si decía lo que iba a hacer, no me votaba nadie”.

El cinismo, la mentira, son moneda corriente en la Argentina. Y hasta ahora, a ningún legislador se le ocurrió proponer una ley que castigue severamente esa estafa al votante.

Por ello, la propuesta de Pagliaroni es incompleta. De nada nos sirve como sociedad tener debates en la que se nos llenen los oídos de promesas electorales y pensamientos mágicos, si luego, una vez pronunciado “Dios y La Patria me lo demanden”, se olvidan de sus promesas y sus pensamientos dejan de ser mágicos.

Y Dios y la Patria parecen estar ocupados en otros menesteres más importantes que andar demandando a tanto mentiroso serial suelto.