La Columna de Bulín Fernández: "La vieja Política"

Una vez más la política, madre de las determinaciones de las acciones en el Estado más allá del gusto de pocos o muchos, se pone en vilo desde lo más encumbrado en la escala de responsabilidades.

Fue el propio Gobernador de reemplazo quien en su discurso cuestiona “la vieja política que arruinó Chubut” sin ser demasiado específico o claro, además de que no se le repregunta.

Cuando hace referencia a los “que no les interesa el pueblo, solo cuidan lo suyo y poder seguir viviendo del Estado” tampoco avanza en detalle y pone todos en la misma bolsa.

Este reiterado término que se permite volcar en el pasado todos los males ya ha sido re utilizado por el propio Presidente de la Nación para pretender esquivar su propia impericia de que, en tres cuartas partes de su mandato, no ha sabido, no ha podido o no ha querido resolver los problemas centrales de la sociedad.

El Gobernador que, pese a haberlo votado en la segunda vuelta, cuestiona también lo hecho por Cambiemos como un fracaso y se suma ahora a una alternativa federal en lo bueno y lo nuevo por venir.

En su arremetida con los que no piensan como él habla de honestidad, seriedad, verdad y prioridades con acciones de austeridad y control del gasto.

Sumando esto último a las culpas de la “vieja política”, ¿a qué hace referencia con su gestión? ¿Excluye su responsabilidad en los dos primeros años como vice gobernador, su campaña a diputado nacional, las denuncias de corrupción, las detenciones de sus funcionarios o hasta el vuelo privado del jueves último que lo traslado desde cuestiones de su armado político a la actividad oficial en la provincia?

Esta nueva política que expresa el mandatario lo tiene como adalid de su propia re elección y modifica tiempos electorales como “tema que realmente le interesa a la gente o al pueblo”.

Nadie puede discutir que su incursión en la vida política del Gobernador es apenas incipiente pero llegó de la mano de alguien que, con décadas de militancia, ocupó el cargo más importante de la política durante tres períodos por elección de la gente. ¿Es esa la vieja política?

Las listas que presentan los Fiscales en juicios por corrupción que azotan la provincia que él conduce, también lo tienen incluido.

Están detenidos y acusados funcionarios de su gabinete, cuestionado el financiamiento de su campaña y pretende gastar cien millones de pesos en el adelantamiento de las elecciones, pagando escalonado los sueldos o con atraso de dos años a proveedores. ¿Eso es parte de la nueva política?

La división vuelve a ser entre la mala y la buena política. El actuar con honestidad y coherencia aún desde visiones y opiniones diametralmente opuestas.

No es levantando el dedo acusador, desarrollando prensa unidireccional que tiene la fugaz vida de una cañita voladora o gritando como se mejora la calidad de vida de los mandantes.

Una vez más será la política quien ordene los desórdenes que los políticos generamos con errores, egoísmos o personalismos; pero que nadie pretenda mirar desde el púlpito como dueño de la verdad, por más envestidura prestada que ostente.