El Horcón, hoy 24 de marzo, abogamos por un   “Nunca Más”  con justicia y sin olvido

El terrorismo de estado es injustificable y no tiene comparación ni paralelismo con ningún hecho cometido por cualquier civil u organización que cometa actos repudiables y criminales.

Del Estado esperamos- como mínimo- protección, salud y educación. La tortura, la desaparición de personas, los niños robados es lo que cada 24 de marzo el “Nunca Más” sale desde la conciencia de muchos argentinos con mirada de futuro y asidero en la historia de otro 24 de marzo pero de 1976 donde el terror se impuso como forma de gobierno.

 La era Macri o los últimos años del 24 de marzo

A  pocos meses de asumir el nuevo gobierno, llegó el 24 de marzo del 2016 y con él el 40° aniversario del golpe militar. Ese día Mauricio Macri y Barack Obama  visitaron el Parque de la Memoria, para rendir homenaje a las víctimas de la última dictadura. Ambos mandatarios en sus discursos abogaron  por el "Nunca más".

Obama destacó la labor de los familiares de las víctimas de la última dictadura en la búsqueda de "verdad y justicia", en cuanto a nuestro presidente le agradeció a su par de EE.UU. por acompañar a la Argentina en la conmemoración de la fecha y consideró que el golpe militar consolidó la época más oscura de nuestra historia.

En esa oportunidad los organismos de Derechos Humanos decidieron no asistir al acto en el cual Obama  reconoció que Estados Unidos tardó en "defender los derechos humanos" violados durante la última dictadura militar en Argentina.

Con el 2017 la polémica estalló temprano, luego de conocerse el decreto presidencial que estableció un nuevo régimen de días feriados en el que transformaba el 24 de marzo en un feriado "movible".

La pretendida medida tuvo un alto rechazo social, fue considerada en gran parte de la ciudadanía como un agravio del macrismo y el repudio se escuchó en la mayoría de los medios y  las redes sociales, se polemizó sobre la decisión y el “error” fue finalmente corregido quedando el día inamovible dentro del calendario de feriados.

Llego mayo y en ese mes la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró aplicable el cómputo de 2x1 para delitos de lesa humanidad marcando el humor social unido mayoritariamente en rechazo a esta medida.

Este 2018 como antesala de la significativa fecha los argentinos amanecimos un día con la posibilidad de que el represor Alfredo Astiz   condenado por tres cadenas perpetuas por delitos de lesa humanidad, podía quedar en libertad invocando padecer de un cáncer ¿terminal?. Esta decisión del Servicio Penitenciario Federal, que depende el Ministerio de Justicia, podía derivar a la prisión domiciliaria al ex marino.

En tanto ni el presidente ni sus ministros participarán de ningún acto oficial este 24 de marzo. La  secretaría de Derechos Humanos, como en el 2016 y 2017,  coordinará las actividades alusivas a la fecha, propiciando la realización de múltiples actos al margen de los organismos de derechos humanos que en la tarde de este sábado realizarán un acto en la Plaza 25 de Mayo quedando claro  que no fluyen las mejores relaciones con el gobierno.

En estos últimos años, tal vez intentando dar menor magnitud al terrorismo de estado que vivió argentina desde 1976 hasta la recuperación de la democracia en 1983, algunos grupos  han intentado polemizar sobre el número de desaparecidos, como si este factor le pueda quitar peso a  las atrocidades cometidas desde el estado golpista;  habría que escuchar  el testimonio de una sola  madre que su hijo quedo para siempre en un limbo de su memoria, que llora sin remedio, pero que no puede calmar con la certidumbre de saber qué pasó con su vida.

Hay que escuchar una abuela que sabe que en algún lugar tiene un nieto, que al pasar un año más, se aleja la posibilidad de conocerlo; con la angustia de que hoy puede ser un adulto cuya identidad, le fue arrebatada junto a la historia de sus ancestros.

El testimonio de quien ha padecido torturas para confesar, quizás lo que  sabía o lo que nadie tiene el derecho –mancillando  su cuerpo- a esperar que diga, es otra de las afrentas que el derecho humano que nos arrebataron una vez,  nunca más podemos dejar que quede en  el olvido. La memoria y la justicia van de la mano.