Aborto. La discusión es "legal o ilegal"

Este fin de semana se desarrollaron en distintos puntos del país, marchas bajo el lema de "Si A La Vida, No Al Aborto". Promovidas por el movimiento "Pro Vida", convocó en su gran mayoría a fieles de distintos credos como la Iglesia Católica, Evangélicas y mormones.

El mensaje en sí mismo es de una profunda raíz cristiana y absolutamente lógico.

Sin embargo, ese mensaje, no se corresponde a lo que está en discusión hoy en el Congreso Nacional. No se trata de compartir experiencias de vida de mujeres que quisieron abortar y se arrepintieron y hoy se sienten orgullosas de su decisión. En todo caso bien por ellas.

Se trata de abrir la cabeza y ver más allá de las sotanas de los curas o del mensaje del pastor. Se trata de tomar conciencia de una realidad insoslayable y a la que hay que darle atención. Decenas de mujeres abortan cada año en la Argentina.

Y salga o no la ley, las cifras de la cantidad de mujeres que abortan crecerá. Y si no sale la ley, la cantidad de mujeres que morirán por hacerlo en condiciones infrahumanas, sin las mínimas condiciones sanitarias también crecerá.

La discusión no es si se está a favor o en contra del aborto. Quedarse en eso es seguir el juego a quienes hacen del aborto clandestino un negocio asesino de mujeres. Quedarse en eso es seguir anclados en la prehistoria conservadora de sectores religiosos que no han logrado evolucionar al ritmo de la sociedad.

La discusión es Aborto Legal o Aborto Ilegal. La discusión es si permitimos el negocio de quienes se aprovechan de la mujer que necesita abortar, por el motivo que sea, muchas veces mujeres pobres, sin recursos.

La discusión es ¿salvamos a esas mujeres, que, insisto, con ley o sin ley seguirán abortando o las dejamos morir en manos de un carnicero?

Claro que hay que trabajar desde todo lugar posible para tratar de evitar que esas mujeres lleguen a la decisión del aborto. ¿Acaso eso no lo hacen ya incluso quienes han enarbolado las banderas del No Al Aborto Legal?

Pero, pese a esos esfuerzos y pese a que la legislación las pone frente a la posibilidad de sufrir prisión luego de haber tenido que tomar quizás la decisión más difícil de sus vidas, hay mujeres que se someten a un aborto.

La mujer que llegó a la decisión de abortar, es una mujer a la que le faltaron o fallaron todas las herramientas para resolver esa situación de una manera distinta a la de abortar. ¿Le vamos, además, a quitarle, aunque sea la posibilidad de sobrevivir a su tragedia? Y además de ello, si logran sobrevivir a los carniceros, ¿las metemos presas?

La gran mayoría de mujeres que mueren por abortos son de clase baja. La gran mayoría de mujeres presas por haberse realizado un aborto son de clases bajas.

Esa es la discusión. No la sensiblería religiosa, de quienes lo que no quieren es reconocer su incapacidad para dar otra respuesta que la del egoísmo de creerse en condiciones de juzgar desde un altar. Altar que, deben recordar, ya ha sido suficientemente manchado de la sangre de mujeres.

Digo Si A La Vida. Si Al Aborto Legal y Gratuito.