RED43 opinion El Horcón
01 de Abril de 2018
opinion |
El Horcón

“Tras un manto de neblinas…”

El Horcón hoy rinde homenaje a los héroes de Malvinas

Escuchar esta nota

Olvido, traición, injusticia y un sinnúmero de pretextos se han esgrimido tratando de ocultar los heroicos episodios protagonizados por los Héroes de Malvinas.

 

Por eso y mucho más, es muy loable la acción liderada por Eduardo Eurnekian en el cementerio de Darwin, donde décadas después de su muerte, 90 madres y padres pudieron saber que bajo una lápida estaban los restos de sus hijos, con sus nombres, sin esa fatídica leyenda que decía “Soldado Argentino solo conocido por Dios”.

 

Podemos decir que hoy se ha corrido a un lado una parte importante de ese manto de neblinas, se ha levantado un monumento y se han facilitado notablemente las posibilidades de viajar a dejar un rezo, una vela, una flor, donde yace un familiar, un amigo, un camarada que dejó allí un rastro que nadie tapa.

 

Los argentinos, en toda la gran extensión de su geografía, llevamos grabado a fuego un concepto desde la infancia y justificado claramente por la historia: LAS MALVINAS SON ARGENTINAS.

 

En un claro acto de piratería absoluta, nuestras islas fueron invadidas, usurpada su gobernación y reemplazado nuestro pabellón de sus mástiles por la bandera del Imperio Británico, resultando inútiles todas las gestiones diplomáticas de reclamo, (que ni aún hoy han dejado de hacerse) y ante su fracaso, la dictadura militar en un acto de dudoso patriotismo, hizo una parodia de recuperación,  llenando la Plaza de Mayo de argentinos sin ninguna distinción de raza o ideología que la celebraban fervorosamente.

 

Pero solo nos llevaron a una guerra de fatídico aunque previsible resultado, con lo que todo hizo y hace pensar que pretendían eternizarse en un gobierno que significó el más importante avasallamiento de la constitución y de los derechos humanos.

 

Por si fuera poco, nuestros soldados fueron ocultados, como si se los hubiera castigado por la derrota, pese al heroísmo reconocido hasta por el enemigo. Los muertos casi abandonados en un cementerio lejano, recién hoy, por obra de un privado, están dejando muchos de ser NN.

 

Estuvieron tapados por un manto de neblinas…esperamos con fervor, que nunca lo reemplace un manto de olvido…

 

 

Oda a un Halcón

 

"No le temo a la muerte", pensé, mientras me ajustaba el casco, hacía la última comprobación pre-vuelo, echaba una última ojeada al rosario, regalo de mi madre, colgado del panel de instrumentos, y a la foto de mi novia, en cuyo reverso había escrito: ¡suerte! Y vuelve pronto...

 

Luego, la maniobra de despegue tantas veces repetida: mi puño izquierdo empujando al 100% de r.p.m. y mi noble Skyhawk A-4B iniciando la carrera de despegue...

 

Una ráfaga de recuerdos acudieron a mi mente: mi madre, mi primera maestra, mi novia, y aquel día en que contemplando el avión que trabajosamente había dibujado, decidía mi carrera: ¡sería aviador militar!

 

Y ahora, ¿ qué me depararía el destino? Es que me parecía estar en un sueño... ¿ era yo el que volaba con 3 compañeros ese 8 de Junio de 1982 hacia la guerra?... Entonces, una voz muy serena desde mi conciencia me respondió: ¡ sí sos vos, y recuerda que eres un soldado, y que tienes un deber que cumplir! ¿o no fuiste entrenado para ello?...

 

¡ Qué lejanas en tiempo, pero cercanas por las circunstancias, se aparecían las enseñanzas otorgadas en la Escuela de Aviación Militar!, el primer vuelo solo, le emoción de la fiesta de graduación...

 

Y allí estaba, cumpliendo con el sagrado deber impuesto, volando a 900 Km por hora, a tan sólo unos metros de altura sobre el mar, cuidando mantener la posición, con los nervios en permanente tensión, atento a la fatal detección enemiga o a la falla mecánica inesperada...

 

Y comprendí que no éramos locos los que como yo arriesgábamos la vida, ¡No! ¡Hay un ideal! :luchábamos no por aquel viejo lema: DIOS-PATRIA-HOGAR, sino para que el niño que hoy gatea, tenga un país digno el día de mañana, para que esa maestra les diga a sus alumnos, que por esas islas, muchos combatieron, y ofrendaron sus vidas para que seas nuestras, y luchábamos, por nuestros padres, hermanos, esposas, novias, amigos y por el pueblo todo...

 

La hora de la verdad se acercaba... de pronto se quiebra el estricto silencio de radio: ¡ dos fragatas al frente!, y luego todo sucedió muy rápida, el infierno se desató: miles de proyectiles venían hacia nosotros, y las horas de entrenamiento dieron sus frutos: reaccionamos mecánicamente: ¡Apuntar!, ¡Esperar la orden del líder de la escuadrilla!, y angustiosos segundos después la orden llega: ¡Al ataque! ¡Viva la Patria!. y todos como bravos halcones fundidos en uno solo, nos abalanzamos sobre la presa que se defiende bravamente, y ataco, ¡Fuera bombas!, veo pasar cerca, muy cerca, la antena del radar de la fragata atacada... Y cuando voy saliendo al ras de las olas, con continuas maniobras evasivas, escucho dos tremendas explosiones...

 

¡Es una pesadilla! : dos de mis camaradas, han sido abatidos, en su lugar, apenas alcanzo a ver dos bolas de fuego que caen lentamente...

 

Con un nudo en la garganta, veo una muralla de fuego que me sigue y me alcanza... y siento miedo, y ruego a Dios que me deje vivir, ¡tengo tanto por hacer!, por un instante pienso en lo que amo, en mis proyectos, en mis anhelos...

 

...Hasta que todo se volvió irreal, otra explosión aún más fuerte y brillante me cegó, y siento una voz de increíble PAZ que me dice: ¡"descansa soldado"!, ¡"descansa en paz, ya has cumplido tu misión"! ...

 

Y mi Skyhawk y yo, volamos alto, muy alto, más allá de las estrellas...

 

 

"En memoria a los pilotos argentinos que plegaron sus alas en la guerra del Atlántico Sur..."

 

Fabián Héctor Cundino

 

Por siempre 2 de abril

 

¿QUÉ TE PARECIÓ LA NOTA?
Ocurrió un error