Inversiones sin sentido común

Que cada peso que ingresa a las arcas del estado debe, necesariamente, ser administrado con criterio se supone a nadie debería escapar. No siempre en la política se tiene ese criterio, especialmente cuando los mismos provienen de otro estamento.

Este parece ser el caso concreto de la ampliación de la cárcel de Esquel (U14) que, mediante licitación pública 23/15, Nación invierte más de 26 millones de pesos en un plazo de 365 días

En el 2015 la totalidad de los pre candidatos a intendentes de la ciudad coincidieron en que esta Unidad penitenciaria debía ser trasladada a otro sector y construir una nueva en otro predio, utilizando incluso los fondos que pudieran producir de la venta publica de esas hectáreas ubicada en el casco urbano. Como propuesta resulto unificadora de los electores.

Para sumar a este análisis, recordando que en la presentación del proyecto de utilización de tierras propuse se dispusiera de un predio en la zona del Ejercito C3 (reforzando además la seguridad); compare lo realizado en la ruta 3 de Trelew a Puerto Madryn, del Instituto Penitenciario Provincial.

Allí se alrededor de 48 millones de pesos en una unidad que puede albergar más de 70 internos, con un sistema de seguridad de doble cerco, totalmente equipado, con sistema de cámaras de seguridad y rayos infrarrojos y torres de seguridad perimetral, en un plazo extendido de unos 60 meses.

La especialista en el tema y responsable del proyecto, Arquitecta Patricia Bichara, me explico no solo la necesidad de unificar criterios en todos los estamentos (Municipio, provincia y Nación) antes de definir la acción, sino además la necesaria preparación de los espacios de infraestructura y el recurso humano.

Diplomada en arquitectura penitenciaria, Bichara se encargó del desarrollo de los módulos carcelarios para Esquel, donde se preveía la inversión de unos 20 millones de pesos para dos módulos que albergarían unos 80 condenados y procesados.

Aun hoy no se registran novedades.

Todo esto indica que, sin planificación, es muy posible que los fondos invertidos terminen siendo erróneos o extemporales, porque se pone dinero que se volverá a invertir en el mismo fin tiempo después o bien van a servir de tapón para que no se ejecuten obras de crecimiento y desarrollo.

La pregunta que queda vigente es, ¿por qué no se planifico utilizar tierras del estado nacional, un proyecto integral para la demanda futura con la participación de todos los actores responsables?

En muchas oportunidades hemos sostenido que es trascendental tener un espacio de planificación del futuro a corto plazo. Si consideramos el crecimiento poblacional y las demandas de la sociedad, no podemos mirar solo el periodo electoral y no considerar las dos o tres décadas venideras.

Profesionales de diferentes estamentos tenemos en la comunidad como para que, al igual que lo de la cárcel, puedan poner su conocimiento y método de participación social que pondere la opinión publica.

Cada gobierno tiene un derecho de activar sus políticas como lo considere conveniente, pero deberíamos aprender de los errores cometidos para entender que se puede mirar el futuro sin egoísmo, participando al tejido social que lo ha elegido y tratando de componer las verdaderas políticas de estado que superen largamente a una gestión.