El Horcón: Transporte público, canje de pasajes y... ¿Baja de la pobreza?

¿Y LOS VECINOS?

Mientras empresa, gremio y municipalidad “se ponían de acuerdo” en lo que ya parecía que estaba claro -con una licitación que se anunció como muy positiva al ser la primera en décadas- lo cierto es que comenzó abril y con este mes lo que debía andar mejor, andaba peor.

Dimes y diretes, razones de un lado y de otro, todo discutible, pero lo que le importa al vecino es no poder utilizar las líneas de colectivos y son amplia mayoría en cuanto a afectaciones.

Para muchos,  la única alternativa para transportarse,  finalmente parece solucionarse en la tarde de este miércoles. Con lo sucedido  alrededor de tres mil personas fueron afectadas y con ello su necesidad de asistir al trabajo, escuelas, médico o simplemente hacer una compra lejos de su domicilio.

Por supuesto, los que menos tienen, los que no cuentan con un auto para transportarse, son los verdaderamente perjudicados.

¿BAJÓ LA POBREZA?

Con los datos de finales del 2017 y sin tener en cuenta el aumento de servicios públicos en lo que va de año, entre los que se destacan, gas, electricidad, transporte, obra social, alimentos, alquileres, y  en fin, nada ha quedado fuera de algún incremento, el gobierno nacional, con una euforia que da más para bufonada que para celebración, anunció que la pobreza en Argentina había bajado: Según dijeron hay 1.900.000 pobre menos ¿dónde están?¿hay algún testimonio de vecino esquelense  que era pobre el año pasado y ya no lo es?

Confiemos y supongamos que las estadísticas son reales y no nos mienten, solo nos preguntamos en qué lugar del país o quienes son las personas que salieron de la desesperante forma de vida que trae la pobreza y lo que sería estimulante para muchos: ¿cómo dejaron de serlo?

Lo cierto es que en Esquel, donde vivimos, el lugar que conocemos, cada vez hay mayores dificultades. Las estadísticas del gobierno nacional acá no tienen lugar, salvo que aparezca alguien contando su realidad y nos sirva de ejemplo para demostrar que, al menos uno de nuestros vecinos, pasó de ser pobre a una forma de vida más digna y humana.

El futuro que se avizora no es el más estimulante, la inflación que hemos padecido por décadas sigue su curso esperando un “segundo semestre” que nunca llega y con ello cada día un argentino más no puede dejar de ser pobre o, lo que es peor,  pasa a serlo, a contramano con  las estadísticas.

También parece que con las estadísticas turísticas se quiere mostrar una realidad, que sabemos que pueden disfrutar muy pocos. Fotos en las redes sociales y algunos medios: la ruta a Mar del Plata colapsada de vehículos, el 85% de ocupación turística en Esquel -como si con ello se demostrara “lo bien que estamos”- no pueden tapar la realidad  palpable e inocultable. El análisis simplista de la situación del país,  ya no da ni para discusiones de café.

Lo que sí es notable y suscribiéndonos solo  a lo local, en nuestra ciudad no se veía a vecinos que todos los días buscan en la basura para obtener “algo”, ya sea para comer o para paliar alguna necesidad.

Ahora es una realidad de todos los días.

Es muy evidente esta práctica en algunos puntos de la ciudad pero en otros, como la zona céntrica, se ven a personas que luego del cierre de comercios, sobre todo de los que se dedican a vender comida, pasan en solitario revisando a ver qué pueden obtener de los desechos. Ya parece que llego para quedarse, al menos por un buen tiempo, la necesidad de aquellos que poco y nada tienen y que buscan alguna esperanza en la basura.

¿Cuánto hace que comenzó esta práctica?... ya son muchos meses… ¿saben estos vecinos que bajó la pobreza?... ¿qué hacen los políticos?, Esto atañe a todos, sin distinción de partidos, no valen los discursos ni señalar el problema, faltan hechos y soluciones mientras, algunos plantean –como gran problema- que al revolver todo  se dejan los desechos desparramados,vale preguntarse qué nos está pasando como sociedad…

¿NUEVO TEMA?

Como si fuera una novedad (se ha hecho por décadas) asistimos al gran debate de que los legisladores canjean pasajes que tienen asignados y no usan, teniendo con ello un ingreso en negro, libre de impuestos y “legal”.

El hecho es que unos pocos ahora  renunciaron al “canje”, aunque todos han recurrido a esta práctica y otros tantos, generando gran polémica,  se niegan aun a dejarla.  El caso de Carrio –notable por encabezar el ranking de los canjeadores-  se dio el lujo de enojarse, criticar, poner ejemplos que no viene al caso y sin que se le ocurra trasparentar para que usó ese dinero, salvo que sirvió para su “movilidad”. Ni ella ni ningún otro tiene  la intención de demostrar para lo que han utilizado ese “extra”, no se ven las intenciones de hacerlo, salvo de justificar lo injustificable. ¿Qué hubiera pasado si el debate por el  “canje” no toma estado público?... seguramente seguiría por otras décadas… o ¿se va a terminar?