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18 de Julio de 2018
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El Horcón

Macri, Cristina, el Peronismo y el 2019

El Horcón hoy comenta la carrera electoral que ya está en marcha y hace referencia a la alta inflación que tenemos, de las más altas del mundo.

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MACRI, CRISTINA, EL PERONISMO Y EL 2019

 

La carrera electoral hacia el 2019 ya está en marcha, inmersa en un cambio que aún no llega, al menos, hasta la fecha para mejor vida de los argentinos. Los principales oponentes nacionales son los mismos: Macri y Cristina. De igual forma siguen siendo funcionales uno al otro, sin ella, él hoy no sería presidente y sin él, ella hoy no estaría con renovadas aspiraciones electorales.

 

Los referentes de Cambiemos -que siguen con un discurso ador nados de metas que ya son imposibles de cumplir en este mandato- hoy siguen atizando la polarización con el kirchnerismo que le hizo ganar las elecciones, pero que en la actualizad, lejos de aportar algo lo que hace es poner en peligro la confianza hacia el país en el exterior y dejar sin opciones a gran número de votantes.

 

La llamada “grieta” que si no es Macri será Cristina, se desdibuja ante quienes hoy están convencidos que ni uno ni otro es la solución para los retos y desafíos que enfrenta el país hacia las demandas de los argentinos y hacia la inserción en el contexto internacional.

 

Con la estrategia del silencio Cristina ha logrado subir su imagen, siempre que habla aumenta su rechazo que hoy ronda el 60%. Aun así, si se considera dentro del peronismo como candidata, hoy sería la que puede reunir más votos, el resto de los referentes, entre los que se destacan Schiareti, Massa, Urtubey y De la Sota, estarían muy por debajo de la intención de votos con que cuenta la ex presidente; su núcleo firme de votantes es un piso inamovible, pero su techo parece no alejarse mucho de esa base.

 

Pichetto ya dijo que será candidata, Urtubey apoyó esta afirmación , en el caso de este último la colocó como una adversaria  que, junto al macrismo, tendrá que enfrentar el peronismo  que se debate hoy  ante la necesidad de un candidato que no aparece, con la incertidumbre de que la posible candidatura de Cristina, si se llega a formalizar dentro de las filas peronistas,  termine dividiendo  y debilitando -aún más-  a este movimiento, que se  está queriendo organizar al “olfatear” la posibilidad de una chance ante el notorio debilitamiento de Cambiemos que parecía imparable hasta diciembre del año pasado.

 

En el medio, al costado, de frente y detrás están los argentinos, observando, escuchando y por estos días “sufriendo” los vaivenes de los políticos con sus ambiciones, egos, incertidumbres y deseos de fracasos de uno y otro lado. No se están discutiendo alternativas de proyectos, se sigue con la danza de nombres, con el personalismo a ultranza; y es precisamente -como mínimo- desde estos preceptos de donde debe darse el Cambio necesario unido a la grandeza de cooperar para que le vaya bien a quien gobierna, con la aspiración de ser mejor desde el lugar que le toque a cada cual sin entrar en al facilismo de compararse con lo peor del otro. Si no crecemos en la política desde esa base, los ciclos de crisis que caracterizan al país, cada vez serán más cortos.

 

ESTAMOS ENTRE LOS PAÍSES DE MAYOR INFLACIÓN

 

En algo estamos entre los primeros del mundo: la inflación. En el mes de junio fue la más alta en los últimos dos años. Este indicador implica, en sí mismo, una señal política nefasta para el gobierno. Índices tan sensibles como alimentos y bebidas, crecieron escandalosamente llevando a la pobreza a más cantidad de argentinos.

 

Nunca está de más recordar que Macri, al asumir el gobierno, se refirió a este flagelo como “fácil de eliminar”… “culpa de un gobierno que administra mal” creando entre los ciudadanos la falsa expectativa de que tenía un proyecto para combatirla y eliminarla. Como hemos visto solo había irresponsabilidad desmedida en hacer campaña prometiendo algo que, ni siquiera, tal como se dan los hechos, parece haber evaluado cómo combatir.

 

Ya nos asustamos cada vez que escuchamos “lo peor ya pasó”, pues casi de inmediato la “mala suerte” parece hacer lo suyo y poner otro nuevo reto a superar por el gobierno y nuevas penurias con las cuales convivir a la mayoría de los argentinos.

 

El gasto público parece ser el único motor que tiene el macrismo para bajar el déficit fiscal, imprescindible para que el FMI siga “ayudando” al gobierno, como ya hemos tenido información que el recorte en este ítem, tendrá en la Patagonia un fuerte impacto y con ello menor crecimiento, menos trabajo y mayor impacto negativo en el mantenimiento y creación de nuevos emprendimientos. El escenario no es alentador tampoco para el resto del país: hasta María Eugenia Vidal está preocupada por los recortes que se vienen, aunque el macrismo trata de blindar su imagen con miras a las elecciones del próximo año.

 

No hay dudas, tiene la total razón nuestro presidente, la inflación es muy alta: el gobierno administra mal, no existe proyecto económico y hasta la fecha lo único que ha crecido es la deuda. Tampoco hay dudas que Macri debe terminar su mandato y en el tiempo que le queda, hasta las elecciones, sea candidato o no, gobernar para todos los argentinos desde los que habitan en las grandes urbes donde está la mayor cantidad de votos, hasta los que habitan los pequeños pueblos del sur cuya realidad no conocen en la gran ciudad pues en el mejor de los casos los ubican en cualquier lugar del mapa y en el peor ni siquiera saben que existen.

 

CHISTECITO DE YAPA

 

¿Qué le dice un astronauta kirchnerista a un astronauta ruso?

 

-En los 90 el sol no brillaba tanto.

 

 

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