La falta de trabajo necesita de seriedad en las propuestas

Como mera acción de marketing y enfocada en menor grado en el propósito que se anuncia, se llevó a cabo nuevamente un pedido de currículums desde la industria minera que pretende instalarse en Chubut.
Personas ilusionadas con un posible trabajo hicieron una larga fila en Trelew, como ya ocurrió en Madryn. No faltó el medio periodístico que lo destacó en sus titulares, enfatizando en la cantidad de personas que se presentaron sin tener en cuenta un detalle que llama la atención: ante cualquier convocatoria para un puesto de trabajo se especifica qué está disponible y que requerimientos se necesitan, información que no se consignaba.
Esta forma de crear una “bolsa de trabajo”, no tiene otro sentido que demostrar que hay personas interesadas en este rubro, lo cual no es ningún secreto ni pecado.
Lo que llama la atención es la forma de manipular la necesidad de trabajo que existe en la provincia haciendo un llamado que, de darse la explotación minera, se especificarían los puestos disponibles para los cuales se necesitan requisitos que quienes no los tengan no tendrán oportunidad de trabajo, así hayan sido de los primeros en entregar su currículum.
De darse la explotación minera en la provincia, debe pasar en primer lugar por la aprobación legal -que aún no existe- también no está definida que zonas se explotarían y de igual modo en qué forma se llevaría a cabo la explotación; por lo tanto jugar con la necesidad e ilusión de las personas que necesitan trabajar, haciéndolos hacer largas filas para un trabajo que en muchos casos necesita calificación técnica, más que voluntad, es poco serio y lo que es peor, es manipulador.
La minería en Chubut no se va a instalar con estas muestras de necesidad de trabajo, el debate (si llega a realizarse) -lo saben muy bien los políticos y los medios que tratan de poner un gran titular donde no lo hay- tendrá un costo y necesita de una seriedad, compromiso y sobre todo respeto por las posturas diferentes que subsisten en la sociedad.    

QUE EL AJUSTE SEA PARA TODOS
La Constitución de la Nación obliga al Gobierno nacional a sostener el culto católico. Mediante diferentes leyes se les paga el salario a arzobispos y obispos, se subsidia a los sacerdotes que se encuentren en zonas de frontera o muy desfavorecidas y a seminaristas.
Si bien los fondos nacionales destinados a esta religión han disminuido en el Gobierno de Macri para este 2018, de acuerdo al presupuesto, se destinarán 177 millones de pesos.
Quizás sea tiempo de que el estado evalué la conveniencia de mantener estas leyes tal como están hasta ahora o, al menos, adecuarlas al nuevo contexto de ajustes que vive el país y que están sufriendo la mayoría de los argentinos con consecuencias alarmantes en los sectores más desfavorecidos.
Por solo mencionar un ejemplo los arzobispos y obispos perciben el equivalente del 80% del salario de un juez nacional de primera instancia, equivalente a $108 mil brutos. Sería muy bien visto por la sociedad que desde esta religión se tenga la acción de ajustarse por sí misma en salarios, como un gesto hacia los argentinos, independientemente de lo que el estado decida.
Con el presupuesto para el próximo año muy cerca de debatirse, es imprescindible que se sea minucioso en cada ítem -también en este que mencionamos-  que se planifique y  no suceda, como hasta ahora, que los más desfavorecidos carguen en sus espaldas los descalabros económicos de los políticos que nos han gobernado y nos gobiernan. Con lo que cobran los jubilados que perciben los haberes mínimos o muchos maestros de Chubut y el país, tal como se perfila el resto del año, no les alcanza para comer.  El ajuste tiene que ser para todos y más aún para los que mejores condiciones tengan. También para la iglesia.

CHISTECITO DE YAPA
El nuevo jefe de oficina le dicta a su secretaria:
-Escriba en ese documento que el próximo viernes habrá una reunión muy importante.
-Disculpe jefe, "viernes" se escribe con "v" corta o "b" larga?
-Mmm... ¡Que la reunión sea el lunes!