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19 de Agosto de 2018
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¿Por qué Internet es costosa, lenta y de mala calidad en nuestro país?

Políticas de los gobiernos, puja entre operadores, despliegue de infraestructura y decisiones de inversión, son algunas de las razones de las fuertes distorsiones, tanto en los niveles de prestación de los servicios como en los precios.

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No funciona. Es muy lento. No se puede ver Netflix. Se cae cada dos minutos. No hay señal. Las cinco frases sintetizan buena parte de la experiencia de conectividad digital de los argentinos. Es que los problemas en el uso de Internet y de telefonía celular se han convertido en una queja casi permanente por parte de los usuarios, y mucho más aún en lugares alejados de los grandes centros urbanos. No sólo eso, además de ineficiente tecnológicamente, en términos de velocidad y cobertura, el servicio es caro si se lo compara con países del primer mundo y con otros de la región.

 

Todo esto en un contexto de cambios que se dan a la velocidad de la luz, con movimientos importantes en las empresas de telecomunicaciones locales, con cuestiones legales por dirimirse en breve y con la tecnología que no pide permiso. Mientras se regula e intenta legislar, el cuádruple play –la posibilidad de recibir telefonía fija y móvil, Internet y televisión por el mismo "caño"– avanza y vuelve a Internet más indispensable que nunca. Es que por ese acceso digital llegan los datos para "todo", desde navegar y usar aplicaciones móviles, hasta ver contenido audiovisual, como televisión tradicional y las tan de moda plataformas on demand. Así, sistemas como Youtube y Netflix reinan entre los gustos "televisivos" de los argentinos con contenidos que ya no llega al living de las casas por el broadcasting tradicional, sino en forma de bits.

 

"Queremos que todos los argentinos estemos conectados, que tengamos acceso a Internet y buena conexión en los celulares", auguró el presidente Mauricio Macri en marzo de este año en la Asamblea Legislativa. Pero la convergencia que Cambiemos pregona desde el minuto cero de su gestión, está tardando bastante en llegar.

 

Datos que sorprenden

 

Según cifras del Indec de marzo, en la Argentina hay unos 7,4 millones de accesos fijos a Internet (6,8 millones en hogares) y 27 millones usan datos desde sus móviles. Si bien unos 31 millones de argentinos utilizan la red, el 30% del total de la población aún no está conectado.

 

Con respecto a las velocidades de acceso, un ranking de Cable UK pone al país en el fondo de la tabla: de 200 países analizados, Argentina ocupa el lugar 159, lejos no sólo de los primeros lugares (Singapur, Suecia y Taiwan), sino que también de varios países de la región. Entre los vecinos, están más abajo Bolivia, Paraguay y Venezuela.

 

A nivel local, la velocidad de descarga tiene un promedio de 3,2 Mbps, lejos de los 20 de EEUU y también debajo de los 6,1 Mbps de Uruguay y los 4,7 de Chile. Y eso no es lo peor: el rango de velocidad con más usuarios está entre 1 y 6 Mbps. Además, la distorsión de lo que paga cada argentino por el servicio llega a ser enorme, según el Observatorio de Internet en Argentina (OIA).

 

Los servicios de comunicaciones (Internet, telefonía móvil y fija, TV por cable y satelital) son los más denunciados en lo que va de 2018 ante la Dirección nacional de Defensa del Consumidor, con un 27% sobre el total de reclamos. El motivo de denuncia más frecuente es por inconvenientes con la prestación de servicios: incumplimiento total (28%), prestaciones defectuosas o parciales (24%) y procesamiento del pedido de baja (23%).

 

Como se dijo, el de la televisión paga es otro mercado cruzado por Internet. Según la consultora Business Bureau, en el país hay unos 11 millones de abonados (cable y satelital), con una penetración de 78%, la más alta de la región y con abono básico promedio de USD 33 que también está al tope.

 

Un contexto cruzado por la política

 

Del lado de las empresas –las responsables primarias de que el servicio sea malo y caro–, todos protestan y se sienten "perjudicados" por el Gobierno. Todos es todos: no hay nadie que no se queje.

 

Según datos de marzo del Indec, en la Argentina hay unos 7,4 millones de accesos fijos a Internet (6,8 millones en hogares) y 27 millones usan datos desde sus móviles

 

Mientras tanto, el Senado le dio media sanción a la llamada "Ley corta", que busca que los operadores compartan infraestructura y prorroga aún más, hasta 2020, la posibilidad de que las empresas de telefonía puedan dar televisión satelital.

 

El rol del Estado

 

"Es cierto que la gestión Cambiemos no hizo mucho por el tema convergencia, pero es algo que viene de más atrás", asegura Enrique Carrier, el principal analista del sector telco local. "En principio, la llamada Ley de Medios preveía que las telefónicas dieran televisión. Pero no pasó. Si eso hubiese ocurrido en ese momento, las inversiones en redes se hubieran adelantado en busca de un ingreso adicional. También hubo 'errores políticos' (desde el punto de vista del gobierno anterior): dejaron crecer a Cablevisión sin competencia, con combos de banda ancha y televisión. Pasó algo similar con Telecentro. Por otro lado, tampoco se buscó una infraestructura alternativa para los contenidos alternativos que prometieron. Hoy pagamos todos esos errores estratégicos".

 

"Telefónica y Claro están invirtiendo en redes fibra óptica, pero ese despliegue lleva tiempo. A nivel cliente, es un escenario desparejo que se acentúa. En Capital hay competencia, con ofertas residenciales que llegan a los 100 MB, pero en muchos lugares del interior no se llega a 3 megas. Ese escenario se va acentuar porque esa infraestructura va a tardar en llegar", agrega el analista.

 

Excusa o no, el consenso general del mercado, luego de la fusión, es similar: continuarán las inversiones, pero a un ritmo que se irá definiendo. "Ahora, en lugar de ir a 100 vamos a 20", describen.

 

Las autoridades prometen licitar este año espectro de Arsat (más otra parte de la disinversión de Telecom), seguir impulsando el Plan Nacional de Conectividad y, si sale la "Ley Corta", incentivar a las empresas a compartir infraestructura y a ofrecer televisión satelital.

 

Por ahora, parece no alcanzar. Si bien el Gobierno asegura que hoy la penetración de 4G "es la tecnología de cobertura móvil que mayor velocidad" con una penetración nacional de 53% –que llegaría al 100% en 2020–, esta semana, varios de los empresarios más poderosos del país tuvieron que hacer malabares para captar algo de señal –3G, con suerte– en un hotel cinco estrellas de Neuquén donde se reunieron para participar de un evento del B20, el brazo de negocios del G20. (Infobae)

 

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