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31 de Agosto de 2018
economia |

Tras la vorágine del dólar, empresas alimenticias frenan ventas y listas de precios

Intentan recalcular las subas

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“Estimados vendedores y clientes, debido los incrementos de los insumos importados por el fuerte aumento del dólar nos vemos en la obligación y necesidad de suspender el aumento informado el día de ayer”.

 

La frase tiene fecha de este miércoles y jueves, pertenece al fragmento de una carta enviada por una de las grandes empresas del sector alimenticio a su cadena de distribución y clientes luego de la vorágine que evidenció la moneda norteamericana durante estos días, cuando el dólar cerró en torno a los $34,50, pegando un salto de casi $2,5 con relación al valor del martes. La misiva se completa con una advertencia de parte del gerente que la firmó. “Quedo a la espera de que la dirección de la empresa me informe los nuevos precios de venta que luego les serán comunicados”. Y a modo de excusa, el ejecutivo pide “disculpas por la molestia ocasionada”, y anticipa que enviará la nueva lista “en el transcurso de los próximos días”.

 

Palabras más, palabras menos, la carta se repitió en el resto de las grandes empresas del sector alimenticio que eligieron este formato para frenar una suba de precios de sus productos que le habían anunciado a sus clientes y que se iba a poner en práctica a partir del mes próximo.

 

Pero un día después, es decir este jueves, la misma compañía que hizo punta en el retiro de las listas de precios tomó una decisión aún más drástica. La de suspender directamente las entregas sin fecha. “Se informa por decisión del Directorio de la empresa que se encuentra suspendida la venta de productos a partir del día de la fecha hasta nuevo aviso”.

 

Está claro que la determinación fue producto de otro día de pánico en los mercados y con un dólar imparable que en las pizarras del Banco Nación llegó a tocar los $41,10, con un riesgo país superior a los 800 puntos y un mercado que parece no creerle a las señales que brinda el Gobierno y que se basan en la fortaleza del acuerdo sellado y ampliado con el FMI en los últimos días.

 

Mayoristas que no toman órdenes ni pedidos de las grandes cadenas de supermercados, importantes grupos alimenticios que frenan la provisión de mercadería, otras compañías que cruzan llamadas telefónicas con sus pares para estudiar qué medidas tomar, fueron algunas de las postales que dejó la jornada de este jueves. Un día que disparó también tensiones entre los propios participantes de la cadena. Es decir, entre los supermercados y sus proveedores que obligaron a los grupos de retail a recurrir a su stock para no dejar sin mercadería sus góndolas.

 

En este marco, los incrementos que ahora fueron frenados y que quedaron desfasados por la vorágine cambiaria, habían sido calculados la semana pasada en base a la reformulación de los costos de producción y laborales que asumen las compañías y que, en la gran mayoría, se encuentran atados a la evolución del dólar.

 

Tanto almacenes de barrio, como mayoristas, supermercados, kioscos y otros comercios del retail habían sido avisados de que los incrementos tenían un piso del 10% y un techo del 30%, con un promedio cercano al 20% según el producto. Más que nada, los atados a los valores de los commodities como el cacao, azúcar y harinas, entre otros.

 

Sin embargo, el “modo pánico” en el que se encuentra la cotización del dólar y la vorágine con la cual se comportó la moneda norteamericana durante las jornadas del miércoles y este jueves, cuando se revaluó hasta en casi $5 por unidad, obligó a estos grupos a recalcular todas sus estrategias de negocios. Desde frenar las nuevas listas de precios a pasar a no aceptar órdenes de compra de sus clientes.

 

Ocurre que los planes se habían calculado con un dólar cercano a los $30 y no a los casi $42 en el que cerró esta jornada. Semejante salto hizo que los departamentos de finanzas de los grupos fabricantes y proveedores volvieran a analizar los costos y a pedirle a los ejecutivos del área comercial que dieran marcha atrás con los anuncios a la espera de un nuevo revalúo.

 

Las grandes alimenticias habían anunciado nuevos precios a sus clientes el lunes pasado, con un promedio del 15%. Fabricantes de alimentos y de golosinas comenzaron a replicar la misma estrategia, anunciando a sus clientes un retoque en toda la línea de precios. Desde Arcor a Molinos Río de la Plata, pasando por lácteas como Mastellone y SanCor, hasta compañías pymes como El Paulista y fabricantes de bebidas gaseosas y con alcohol tenían las listas preparadas para ser aplicadas a partir del primer día de septiembre.

 

Sin embargo, esa estrategia que ya es costumbre entre estas empresas proveedoras de las grandes cadenas de hipermercados y del retail, quedó congelada un día después, hasta nuevo aviso. Esto a pesar de ser un sector castigado por la caída del consumo y que no tiene demasiado margen para soportar nuevas correcciones en los valores de las góndolas.

 

Así operan alimenticias de primer nivel, productores de golosinas y hasta fabricantes e importadores de electrodomésticos, en especial de televisores, que cada dos meses vienen anunciando retoques a sus precios.

 

Los empresarios advierten que el país y el Gobierno sufren un problema de credibilidad y de desconfianza en el peso de parte de los mercados que hace que el instrumento de resguardo sea el dólar. Incluso y a pesar de lo que se pueda pensar, los industriales creen que el valor actual de la moneda norteamericana tampoco los beneficia porque no se trata de una devaluación competitiva sino de un efecto exagerado de esos mismos mercados con un país con historias de default como la Argentina como marco. (Fuente iProfesional) 

 

 

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