El Horcón: La campaña de la futurología

En esta campaña hacia las PASO prevaleció la crítica al  adversario político lo que -tal como siguen las cosas- se vislumbra será el mismo matiz hacia las elecciones generales.

Ante la falta de conocimiento de la realidad en números concretos y con la intuición como guía, pulularon los discursos de los candidatos haciendo énfasis en lo que estaba mal, de ahora y de antes (como si fueran nuevos en la política) sin ninguna proyección real y cuantificable de cómo abordar las dificultades, carencias y problemas.

Por estos días se trabaja en las campañas con el mismo vacío y hacia un enfoque peor: la futurología sobre lo que hará el otro, o sea, el adversario si gana las elecciones. Con esta estrategia se  trata de obviar la responsabilidad de dar a conocer qué proyectos reales se tienen para el próximo período y, sobre todo, cómo se va a cumplir lo que se promete. Desde ahora la recta final de esta carrera política se enmarca en los males que vendrán según el que gane.

En este sentido todos los partidos están usando el recurso de adivinos políticos. Es de destacar que no ocurre solo en Esquel, en la provincia y nación sucede lo mismo.

Hay una  clara intención de debilitar la única opción que tiene el país de salir de este desastre económico y político: el consenso entre las distintas fuerzas. Solo estableciendo puntos en común como política de estado nos permitirá tener futuro.

Pensando en Esquel, en Chubut y en el país, más allá de el diagnostico de lo que está mal, es pobre la propuesta hacia el futuro y muy poco serio enfatizar en lo que supuestamente hará el adversario. Se necesitan, de una vez,  acuerdos y líneas inamovibles que establezcan una guía y rumbo de municipio, provincia y país.

No podemos avanzar si siguen las prácticas de culpar al otro, sin ofrecer alternativas que se salgan del relato, la demagogia y las chicanas del tipo “el candidato del gobierno nacional no era Menna sino Arcioni” o “ en La Hoya no se avanza por trabas de Cambiemos” o “somos los únicos que no queremos la minería”. 

Estos discursos no resuelven los problemas de los argentinos, corren el eje de centrarnos en las propuestas y se termina votando por descarte.

Sería saludable que cada cual se centre en sus posibilidades y alcance y no juegue con el tiempo ni la buena fe de los vecinos adivinando qué hará el adversario, más si nadie sabe, concretamente,  hacia donde vamos en enero del 2020.

CHISTE DE YAPA

Se encuentran dos gallegos y uno le dice al otro.
- Manolo, ¿quieres ser testigo de Jehová?
y el otro le contesta.
- ¡Pero si ni siquiera he visto el accidente!