El Horcón: Propuestas de acuerdos de un debilitado Cambiemos

Era octubre de 2017 y Mauricio Macri conseguía en elecciones legislativas una victoria -tan contundente- que parecía que el poder no se le escaparía, no solo para este periodo de gobierno,  sino que había Cambiemos para rato, convirtiéndolo en el principal partido de Argentina.

En aquella jornada de triunfo  el presidente afirmaba:  “Este año estamos creciendo, y el próximo creceremos más y el otro aún más. El sueño compartido es sacar a todos los argentinos de la pobreza. Somos la generación que está cambiando la historia, nos animamos a decir basta con el no se puede. Los argentinos somos imparables"

Sí… parecía imparable… aunque ya teníamos la inflación más grande del continente, después de Venezuela.

El logro electoral que superó las expectativas del gobierno echó por tierra el posible llamado a dialogo con todas las fuerzas políticas, que en aquel momento muchos consideraban necesario, incluso para potenciar a Cambiemos y para lograr esa nueva argentina con futuro por la que tantos habían votado.

El peronismo no despuntaba con ningún candidato; disperso y sin fuerza siquiera para ser oposición. En tanto Cristina Kirchner ante la derrota, donde muchos auguraban su definitivo final político, expresaba “Aquí no se acaba nada, hoy aquí empieza todo". 

Principalmente la clase media estaba decidida a que Macri fuera la opción ante un “no vuelven más” que refirmaba el rechazo al gobierno anterior. Nada parecía que la ex presidente tuviera posibilidades de retorno.

No han pasado dos años y el escenario es totalmente diferente. En las elecciones realizadas -hasta la fecha- no solo ha perdido Cambiemos sino que lo ha hecho de manera estrepitosa. Los candidatos del partido gobernante han quedado enormemente relegados en cada provincia donde se han realizado las PASO o se ha elegido gobernador.

Ahora es imprescindible para el gobierno convocar a un pacto entre las fuerzas políticas, ya no alcanza con el fantasma de la vuelta de Cristina. 

El contexto es sumamente adverso para Cambiemos quien perdió la oportunidad histórica que tuvo en las legislativas del 2017 de ser el artífice de un de un proyecto de país que uniera a los argentinos y que, definitivamente, nos encaminara a ese crecimiento que prometieron. Con análisis miope de la realidad, un triunfalismo marketinero y un desconocimiento supino de la política, echaron por tierra el aval electoral conseguido.

Ahora se supo de una propuesta de diez puntos destinados a este intento de consensuar con las fuerzas políticas para llevar tranquilidad a los mercados financieros: lograr y mantener el equilibrio fiscal; mantener un Banco Central independiente que combata la inflación; mayor integración al mundo, consolidar la seguridad jurídica; creación de empleo con cambios en la legislación laboral; reducción de la carga impositiva a nivel nacional, provincial y municipal; consolidar un sistema previsional sostenible; consolidar el sistema federal; asegurar un sistema estadístico transparente y el cumplimiento de las obligaciones con los acreedores.

Para Pichetto los puntos propuestos por el Gobierno eran “atendibles”. Desde el entorno de Massa dijeron que lo lo que venían proponiendo era “otra cosa”. Lavagna rechazó la propuesta, fue más explícito que el resto de la oposición: dijo que "no hay que jugar con las expectativas de la gente a partir de la especulación política y los titulares de los diarios" y abogo por una “escucha sincera de los que piensan distinto” calificando la propuesta como “marketing", El kirchnerismo todo indica que se excluye, error y contradicción si se quiere generar consenso.

La crisis de Cambiemos no parece tener horizonte cercano de solución, la falta de credibilidad unida a un discurso lleno de promesas falaces hacen de este intento de generar, de alguna forma, unidad alrededor de posibles “políticas de estado” juegan contra reloj y pueden caer en la propia mezquindad que el gobierno generó ante un triunfalismo a corto plazo y ante la realidad de un Cambiemos sin respuesta en las urnas, donde la generosidad que no tuvo con la oposición seguramente no la obtendrá en este poco tiempo que aún queda para las elecciones. 

CHISTE DE YAPA

- Dígame, ¿cuál es el motivo por el que quiere divorciarse de su esposo?
- Mi marido me trata como si fuera un perro.
- ¿La maltrata, le pega?
- No, quiere que le sea fiel...