Acerca de Mapuches y Tehuelches y reclamos, violencia en los medios y en sitios conflictivos, más las mentiras de Lanata (cuándo no…!!!!)
Hay varios textos circulando (uno es del periodista y nudista R. Hanling de años atrás, obviamente carece de rigor científico) y programas de TV (como el de Lanata, siempre tergiversando) que apoyan la teoría de que los mapuches invadieron y aniquilaron a los tehuelches…, desde ese punto de vista serían chilenos, o sea extranjeros, y no les correspondería reclamar tierras a sus descendientes e invalidan así cualquier demanda histórica… Es erróneo y está comprobado por muchos antropólogos, arqueólogos e historiadores…
Recién hacia fines del siglo XIX comienzan a delimitarse los estados nacionales argentino y chileno y la fecha de los tratados definitivos es 1902; antes ninguno tenía jurisdicción definida sobre la Patagonia aunque sí ocupaciones de larga data pero menos tiempo que los indígenas…, incluso, los mapuches o araucanos (término impuesto x los españoles) iban y venían de una costa de mar a la otra y hacían sus poblaciones temporarias en ese trayecto; la cordillera no dividía sino q era su territorio común… Por eso son pre-existentes a ambos estados.
Esto se halla comprobado por investigaciones antropológicas y arqueológicas serias, no por periodistas que no son investigadores de campo.
Los mapuches aniquilaron a los tehuelches? No, pero sí hubo luchas x la ocupación de espacios de cacería y por ende comercio, tal como hubo entre unitarios y federales en nuestro caso, entre liberales y centralistas o entre revolucionarios y monarquistas según los países… No sólo no los aniquilaron sino que se mestizaron, por eso hoy se habla de nuestras poblaciones indígenas -en Chubut y Río Negro en especial- del tronco mapuche-tehuelche…
Este “cuento”, difundido desde algunos medios y del cual se toman muchos ciudadanos para expresar xu sentimiento xenófobo, dice que los mapuches son malos y extranjeros, invasores y asesinos y los tehuelches eran argentinos, pobres, buenos y víctimas…, y agregan: no reclamen nada porque son de “afuera” y finalmente, están diciendo: dejen a Benetton en paz, es un capitalista bueno y legal, los que reclaman son terroristas…, de ahí al “hay que matarlos a todos” como se lee con tanta fobia y racismo en las redes hay un paso.
Hoy, en Chubut, las comunidades de la zona de Cushamen, donde está el latifundio Benetton y campos de otros blancos que usurparon o legalizaron sus tierras tras la “conquista del mal llamado desierto”, reclaman por tierras y demandan el reconocimiento de las restituciones pero se los llama “usurpadores”; no son tan homogéneas ya que dentro de ellas hay también grupos que se han radicalizado. Han habido desmanes y actos violentos muy serios pero es extraño que tras varios sucesos y durante meses ninguna fuerza de “seguridad” haya encontrado culpables y no hay detenidos. Instigados? Infiltrados? Todo puede ser, pero no existe “guerrilla terrorista mapuche” (Lanata) y mucho menos conexiones con grupos que ya no existen (ETA) ni con guerrillas kurdas (hoy pelean contra el Estado Islámico).
El reciente ataque a la Casa del Chubut, a metros del obelisco, en pleno día, demuestra que un grupo hizo lo que quiso y se fue, sin detenidos ni perseguidos. Zona liberada? puede ser. Pero uno de ellos pintó “Libertad a Seba”… quién es Seba, acaso Sebastián? el desaparecido (todo apunta a GN) se llama Santiago (Maldonado); le informaron mal al grafitero?
Facundo Jones Huala también es un líder radicalizado en sus ideas pero no dirige ese grupo llamado RAM, según exposición ante la prensa de gente de la comunidad; está preso por un juicio de extradición anulado por el juez federal asentado en esquel el año pasado, medida que acaba de avalar la Corte Suprema.
Un líder mapuche tehuelche preso y un joven simpatizante de causas indígenas desaparecido… Los medios hegemónicos instigan a la represión, se pide mano dura, no critican a los ricos apropiadores de tierras, instigan a los ciudadanos a la xenofobia y el racismo…
Conviene estar informado, bien informado antes de sumarse a cualquier campaña hegemónica.