Distinta medida, igual resultado: los chicos siguen sin clases

Los docentes que aún continúan en Paro anunciaron que vuelven a la escuela, pero con retención de servicios. La decisión tiene como único objetivo evitar que se descuenten los días sin trabajar.

A los chicos no les sirve, al sistema educativo tampoco.

Desde el gobierno anunciaron que, si hay retención de servicios, o sea siguen sin clases los alumnos, los días se descontarán igual ya que esta medida y el Paro tiene el mismo resultado: docentes sin impartir clases y chicos sin recibirlas

Es innegable la responsabilidad del gobierno de la provincia en este conflicto, pero ya se han resulto una serie de puntos que, si bien hay mucho para seguir trabajando y aún hay deudas con los docentes, los chicos deben recibir clases y tratar, en lo posible, que recuperen algo de los contenidos correspondientes a este año.

Sabemos que el sistema educativo necesita una fuerte transformación que incluye revisión de contenidos y forma de impartirlos. Con el diseño actual tenemos chicos egresados del secundario que no saben, por ejemplo, comprender un texto ni tampoco operaciones básicas de matemática, contenidos imprescindibles no solo para continuar en la universidad sino también para insertarse en el mundo del trabajo.

Si a esto le añadimos que no reciben las clases tal como está previsto, estamos ante un problema social de envergadura.

En Argentina hay una alarmante deserción escolar a la cual contribuye, sin dudas, esta crisis educativa por la que atravesamos.

Lo que está sucediendo con la educación en nuestra provincia nos involucra a todos; si tenemos hijos en la escuela pública, si estudian en la privada, si están en la universidad, si ya son mayores y trabajan… nos afecta a todos por igual, de diferente forma, pero todos a corto y mediano plazo estamos y estaremos afectados por las falencias educativas. No se trata de un problema puntual para los niños y jóvenes que no pueden asistir a la escuela

Seremos como sociedad lo que logremos desde la educación.  Nadie quedará indemne ante el daño de hoy, donde la juventud no tiene las herramientas para crecer y pensar en un mundo justo y mejor, con educación de calidad a la que todos tenemos derecho.

CHISTE DE YAPA

Hace mucho tiempo vivió un hombre de mar, el Capitán Bravo. Era muy valiente y jamás mostró temor ante un enemigo. Una vez, navegando los siete mares, el vigía vio que se acercaba un barco pirata, y la tripulación del barco se volvió loca de terror. El capitán Bravo gritó

- ¡Traigan mi camisa roja!

y llevándola puesta instigó a sus hombres al ataque, y vencieron a los piratas. Unos días más tarde, el vigía vio dos barcos piratas. El capitán pidió nuevamente por su camisa roja, y la victoria volvió a ser suya.

Esa noche, sus hombres le preguntaron por qué pedía la camisa roja antes de entrar en batalla, y el capitán contestó:

- Si soy herido en combate, la camisa roja no deja ver mi sangre, y mis soldados continúan peleando sin miedo.

Todos los hombres quedaron en silencio, maravillados por el coraje de su capitán.

Al amanecer del día siguiente, el vigía vio no uno, no dos, sino DIEZ barcos piratas que se acercaban. Toda la tripulación dirigió en silencio sus ojos al capitán, que con voz potente, sin demostrar miedo, gritó:

- ¡Tráiganme mis pantalones marrones!