El Horcón: Dialogo, idoneidad y transparencia; imprescindibles para salir de la crisis

A pesar de la toma del Ministerio de Economía de la provincia, los técnicos que trabajan en el área tiene la intención de garantizar que los empleados del tercer tramo del pago escalonado (los que cobran más de 65 mil ´pesos) reciban sus haberes el sábado próximo.

No hay garantías para que el pago escalonado termine en el mes de noviembre, de ahí que se impone la necesidad, de una vez, de dialogar en forma seria, valorando la realidad concreta de Chubut.

 En estos últimos tiempos no se escucha otro tema que no sea el pago de haberes, que si bien es esencial y un derecho insoslayable de los trabajadores y deber ineludible del Estado -que debe planificarse para contratar y pagar en tiempo y forma a sus empleados- hay otros ítems que, dada la urgencia y necesidad que implica este aspecto, no se están valorando y se van dejando ´para más adelante.

El error grave de la firma de acuerdos paritarios –incumplibles- ha hecho que el Estado haya caído en el lugar peligroso de poca credibilidad que tendrá que remontar con acciones y declaraciones ajustadas estrictamente a la realidad, sean agradables o no desde el punto de vista de captación de adeptos o aprobación para hechos concretos como en su momento fue ganar las elecciones.

Chubut tiene el potencial adecuado para ser una provincia donde sus habitantes tengan una vida decorosa, de acuerdo a las garantías que el Estado debe dar; entre las más importantes se destaca salud, educación y seguridad., además de generar las condiciones para que haya trabajo.

Aún no se ha dado un dialogo que incluya, por ejemplo, a todos los intendentes a la vez, sean de una  municipalidad más grande o más pequeña, los jefes comunales tiene una gran importancia en la resolución de esta crisis, conocen su ciudad y con ello las dificultades y potencialidades de cada una.

También hay sectores del sindicalismo que no tienen una posición constructiva que reconozca que, por ejemplo, tomar el Ministerio de Economía, es una paradoja si se impide trabajar para pagar los salarios, de alguna manera esta acción  está “cooperando” en generar demoras que son las que se reclaman que se eliminen.

Por otra parte, dentro del Estado hay personal calificado subutilizado. Es válido también para la Municipalidad de Esquel, entonces ¿es necesario nuevas incorporaciones?, no son tiempos para esas prácticas que llevan años arraigadas en el municipio, provincia y país.

No tenemos una matriz productiva que aproveche el alcance que tiene la provincia para generar las condiciones que permitan empleo y desarrollo. Hace años que conocemos esta realidad y también hace años que no se dan los pasos necesarios para trabajar en este sentido. Si no se hace, cada vez será más difícil pagar salarios estatales y los impuestos para recaudar, no dejarán de subir.

En cuanto al municipio de Esquel, que da cuenta de una buena administración, está en el momento justo para diseñar a dónde queremos llegar como ciudad y también generar esa matriz productiva que, como ciudad, tampoco tenemos. Es tiempo de superar la buena administración (hoy es un logro para exhibir en Chubut) y pasar a las condiciones necesarias que garanticen la inversión y el emprendedorismo.

Diálogo, idoneidad, sinceridad, transparencia y dejar de lado intereses personales es la única vía para salir de una crisis que no tendría que estar afectando a Chubut. Que se haga política pero que sea la necesaria y altruista que permita construir, lejos de propiciar los desmanejos que han llevado a las condiciones actuales, cuyas consecuencias las pagamos todos.  

CHISTE DE YAPA

Un paisano va arreando dos vacas y otro se le arrima a conversar.
- ¿Estas vacas son holandesas?, pregunta el primero.
- Esta sí, responde Don Zoilo.
- ¿Y la otra?, pregunta el primero.
- La otra también, responde Don Zoilo.
- Y dígame, ¿Estas vacas van para la feria?
- Esta sí, responde Don Zoilo.
- ¿Y la otra?
- La otra también, responde Don Zoilo.
- Y dígame, ¿Estas vacas están preñadas?
- Esta sí, responde Don Zoilo.
- ¿Y la otra?
- La otra también, responde Don Zoilo.
- Pero, dígame una cosa, por qué cada vez que le pregunto por las vacas me responde que esta sí y después, me dice que la otra también.
- A lo que Don Zoilo le responde:
- Lo que pasa que esta vaca es mía.
- ¡Ahhhh!, contesta el primero, ahora entiendo, y dígame,
- ¿Y la otra?
- La otra también