Hoy cumple años “el Patrón de la Cordillera”

Todo empezó como un sueño de pibe. Es que la pelota a uno lo transporta a momentos sublimes. Es que el futbol lo iguala, lo contiene, nos llena de amigos.

Y esto lo supo Santiago Acuña, quien gracias a Dios aún está con nosotros, apra contarla.

Es que un 7 de septiembre, en este caso de 1964 hace ya 57 años, se formó un club alrededor de la Escuela 8 del barrio Buenos Aires.

Santiago Acuña, quien fuera portero de esa escuela tuvo mucho que ver en la contención de esos pibes que querían representar al barrio y defender los colores de una camiseta.

Y así arrancó todo. Y se ve que la mayoría era de Boca porque los colores quedaron impregnados.

Claro que si hacemos hoy una encuesta, “el millonario” podría quedar adelante.

Hoy cumple Belgrano de Esquel, “el Patrón de la Cordillera”. Hoy cumple años una institución que muchos, para jactarse dice que no tuvo infancia, porque nació grande.

Y tal vez sea cierto.

Hoy, a pesar de la pandemia, Belgrano de Esquel pasa por su mejor momento. Un club con todas las comodidades. Dos canchas de césped sintético, vestuarios de primera, iluminación a pleno.

Belgrano pasa por su mejor momento, por los resultados de hoy y por los campeonatos ganados en el ayer.

Es cierto que hay una especie recambio generacional en el plantel superior, pero todos sabemos qué con tiempo, paciencia, trabajo, compromiso y mucho entrenamiento los resultados llegan solos.

En su momento fue Rafael Williams, en otro momento Raúl Moreno, también pasó Luis Medrano, Sebastián Garat, Ariel Yañez y ahora Gustavo Guarda, por nombrar solo algunos de ellos de este lado de la línea de cal.

Todos ellos con una rica historia en el club.

Belgrano de Esquel además tiene apellidos ilustres, como ser Willhuber, Lobos, Leiva, Williams, Garín, Galindo, Crettón, Rossi, Hube. Y en este tiempo aparece los apellidos Flores, De Godos, Guarda, Reyes y otros tantos y tantos.

Belgrano cumple hoy 57 años de vida. La mitad de la vida de Esquel, que no es poca cosa.

Parece que tiene todo, pero todavía falta. Cerrar el predio, otra cancha de césped sintético, fortalecer “el Belgranito” y lo que todos sueñan, el gimnasio propio.

Cerrá un rato los ojos, recordá aquella tarde en Rio Colorado, la de los penales y el ascenso y, tal vez cuando los abras, cuando te despiertes, veas que el gimnasio ya es una realidad.