La viruela del mono ya suma más de 300 contagios confirmados desde el comienzo del brote en países donde la enfermedad no es endémica. Asimismo, se están investigando muchos otros casos en 21 países, según las estadísticas Our World in Data.
En este sentido, los especialistas alertaron acerca de dos grupos de alto riesgo ante esta variante. Uno lo representan los bebés menores de seis meses ya que poseen defensas menores frente a cualquier tipo de enfermedad. El otro lo componen los adultos mayores, siendo propenso a sucumbir frente al virus de la viruela del mono. De todos modos destacaron que aquellos que estén vacunados podrían infectarse, pero es probable que atraviesen sólo un cuadro con síntomas leves.
“En resumidas cuentas, incluso quienes fueron vacunados hace muchas décadas mantienen un nivel muy, pero muy alto de anticuerpos y la capacidad de neutralizar el virus”, el director científico del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, Luigi Ferrucci
En cuanto a la durabilidad de la vacuna contra la viruela, Anthony Fauci, el máximo asesor sobre enfermedades infecciosas del gobierno de Joe Biden aseguró que es razonable suponer que la mayoría de la gente vacunada sigue protegida, pero reconoció que “la durabilidad de la protección varía de persona a persona”.
Por su parte, el doctor Richard Kennedy aseguró que hay tres grupos poblacionales con mayor riesgo de infectarse de viruela del mono. El primero lo conforman aquellas personas que viajan a áreas donde la enfermedad es endémica. (Benín, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Gabón, Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Nigeria, Sierra Leona, Sudán del Sur y República del Congo), el segundo está compuesto por quienes están en contacto cercano a estas personas que viajaron y los trabajadores de la salud que tratan a pacientes con viruela del mono sin contar con los equipos de protección personal adecuados, y el tercero lo constituyen las personas inmunocomprometidas.
Muchos de los grupos más vulnerables ya podrían estar protegidos. En un estudio, Mark Slifka, inmunólogo de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón y sus colegas, tomaron muestras de sangre de 306 voluntarios vacunados, algunos de los cuales habían sido inmunizados hacía décadas, entre ellos uno que había sido inmunizado 75 años atrás. Y hallaron que la mayoría mantuvo altos niveles de anticuerpos contra la viruela.