Trevelin vivió una madrugada convulsionada el pasado domingo, cuando una pelea entre dos grupos familiares, alimentada por el consumo de alcohol, terminó con varias personas heridas. El segundo Jefe de la Unidad Regional Esquel, Alejandro Carranza, brindó detalles sobre lo ocurrido y las medidas tomadas por la policía.
Un enfrentamiento de vieja data
El conflicto, ocurrido en cercanías de la costanera, a las 9 de la mañana, fue producto de una antigua rivalidad entre dos familias. Según explicó Carranza, “existía un problema de vieja data, un antagonismo que volvió a emerger, y el factor común fue el consumo de bebidas alcohólicas”. La situación rápidamente se tornó violenta, resultando en el enfrentamiento que dejó a varios hombres adultos con heridas de gravedad.
Una de las víctimas más afectadas recibió tres puñaladas en el tórax, lo que motivó su urgente traslado al hospital de Esquel. “Está fuera de peligro, pero sigue con complicaciones”, añadió Carranza. El parte médico más reciente indica que la persona se encuentra estable, pero continúa en observación.
Allanamientos y secuestro de armas
Tras el enfrentamiento, la policía llevó a cabo allanamientos en las viviendas de los involucrados, donde secuestraron armas blancas y otras evidencias, incluyendo manchas de sangre y testimonios. Todo esto fue puesto a disposición de la Fiscalía, que avanzará con la causa judicial.
“La policía hizo hincapié en la acción delictiva de los mayores de edad, aunque también había menores presentes en lo que era, en teoría, una reunión familiar”, indicó Carranza. El enfrentamiento involucró a varias personas, pero hasta el momento tres individuos fueron formalmente identificados en la causa.
El consumo de alcohol, una problemática recurrente
Carranza destacó que el consumo de alcohol fue uno de los detonantes del conflicto, lo cual es un patrón común en muchos de los enfrentamientos violentos que la policía de Esquel, Trevelin y otras localidades de la zona deben enfrentar. “El 70-80% de las peleas tienen como factor común el alcohol”, señaló, y subrayó que es necesario contar con herramientas más eficaces para controlar la venta ilegal de bebidas alcohólicas.
“No desconocemos los domicilios donde se venden bebidas fuera de lo permitido por las ordenanzas municipales”, aseguró Carranza, pero recalcó que la policía necesita órdenes judiciales para actuar dentro de los hogares. Este procedimiento complica la intervención, lo que, según el jefe policial, podría evitar incidentes similares en el futuro.
Además, mencionó que "Hemos tenido situaciones similares en localidades como Río Pico, donde también las peleas alimentadas por el alcohol han terminado en tragedias".
Avance de la investigación
La policía continúa investigando el caso y espera que la evolución de las personas heridas permita obtener más declaraciones. “Si bien una de las víctimas está estable, esperamos su recuperación para que pueda decidir si denunciará formalmente o qué papel tomará en el avance de la causa”, concluyó Carranza.
O.P