El Tribunal Oral Federal de Santa Cruz condenó a una mujer por trata de personas con fines de explotación sexual. De acuerdo al fallo se trata de Elisa Landy Mardones Ojeda, alias "Licha" de 64 años y oriunda de Coyhaique, Chile, pero que hace años reside en El Calafate.
La causa se remonta al año 2014. En el mes de septiembre hubo una denuncia anónima a través de la línea 145 del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el delito de Trata. En el llamado, la persona alertó de una posible situación de trata de personas en El Calafate, en el pool denominado “El Gran Chaparral”, ubicado en calle Pantín al 300, que “funcionaba como fachada de un prostíbulo”, consta en el expediente judicial.
En la denuncia se expuso que “por las noches, a partir de la 1:00 y hasta las 04:00, en el local se explotaba sexualmente a seis o siete mujeres, observándose a hombres que trasladaban a las mujeres a cabañas de la zona (sin precisar ubicación) para realizar ‘pases’. Que por cada pase se abonaba la suma de pesos quinientos ($ 500) y que un porcentaje de ese dinero era retenido por la dueña del lugar, de nombre Elisa Mardones Ojeda, alias ‘Licha””, se detalla en el fallo.
“Mencionó en referencia a Mardones Ojeda que la nombrada era quien se encargaba de trasladar a las mujeres explotadas desde los pueblos aledaños y que una de las mujeres tenía 25 años y una hija de ocho, con quien vivía en una vivienda propiedad de Mardones“.
“Se efectuaron constataciones en el domicilio denunciado y tareas de vigilancia y seguimiento, a partir de las cuales se determinó que ‘Licha’ era Elisa Landy Mardones Ojeda, quien figuraba como titular de la habilitación comercial del bar ubicado en calle Pantín Nº 351 de El Calafate”, se detalla.
Fue así que las autoridades realizaron tareas de vigilancia y constataron la información, identificando a Mardones como la dueña del lugar.
Además, se pudo obtener información sobre la posible cantidad de mujeres que trabajarían en el lugar y los servicios ofrecidos. Fue clave para la causa el haber intervenido el teléfono de la mujer, lo que permitió luego analizar los mensajes y llamadas que realizaba y obtener así pruebas contundentes del delito.
También fueron vitales las declaraciones de dos testigos de identidad reservada, quienes identificaron a “Licha” como la “persona que las contrató y la encargada de dirigir y controlar la actividad del local ‘El Gran Chaparral'”, dijo una de ellas y manifestó que su trabajo en el bar era hacer “copas” con los clientes y que del valor de estas, ella se quedaba con el 50% y lo otro se lo quedaba Mardones.
La segunda manifestó que ingresó a trabajar al bar en cuestión encargándose de la limpieza y de la atención al público en el horario de 18 a 24 horas. Que “la ‘Licha’ le dio una pieza para vivir y la ayudó a traer a su hija a vivir con ella. Que pasados unos meses, al no alcanzarle el dinero del sueldo, ‘Licha’ le indicó que si quería ganar más dinero la opción era quedarse después de la medianoche a trabajar, lo que significaba que tenía que hacer copas y pases. Agregó que todas las trabajadoras del bar hacían pases”.
Testigos que frecuentaban el lugar también manifestaron que allí se hacían “pases”.
En tanto, en el análisis del teléfono celular de Mardones se encontraron mensajes hablando del dinero que las mujeres se llevaban por los “pases” y el monto que quedaba “para la casa”, como otras comunicaciones en las que “encargaba chicas”.
“Fijate si no me conseguís alguna tro… que venga a trabajar al boliche”, “necesito una más, con el tema de las represas se llena de viejos”, son algunos de los mensajes que enviaba la ahora condenada. “Esas comunicaciones permitieron establecer que buscaba chicas para que ejercieran la prostitución en su bar, ofreciéndoles alojamiento e incluso el pago de pasajes desde otras localidades”, reza el fallo.
Las partes acordaron la realización de un juicio abreviado y el Tribunal condenó a Mardones a cuatro años, con el beneficio de la prisión domiciliaria y la autorización de acudir a los turnos médicos por su estado de salud.
Fuente: LOA