Lautaro Bravo fue por largos cinco años al Colegio San José Obrero de Neuquén para completar sus conocimientos. Allí, al igual que todos sus compañeros, aprendió historia, geografía, entre varias materias, y se especializó como auxiliar técnico en Carpintería. Él tiene síndrome de down y su título tiene una aclaración que lo perjudica: "Esta certificación no es habilitante para el ejercicio profesional, por la responsabilidad civil que dicha titulación conlleva".
El día del egreso fueron todos elogios y aplausos, alegría y festejos. Pero al recibir el título con esa aclaración, sus ganas de trabajar de carpintero se vieron teñidas de tristeza y bronca.
Lautaro se recibió en diciembre del 2022, pero el título llegó recién en noviembre del año pasado. "La explicación que me dieron es que está basada en una normativa que es una resolución federal, para todo el país, que habla de la inclusión educativa de las personas con discapacidad. Esa norma se aprobó en 2016 y ahí aplaudimos porque antes los pibes no entraban en las escuelas, pero hoy necesita ser readecuada porque es inconstitucional, porque ningún título profesional te lo inhabilitan antes de empezar a ejercer", destacó Marcela Bravo, mamá de Lautaro.
Lautaro también se expresó. Él ya tiene 22 años, es mayor de edad y le encantaría trabajar como carpintero en su colegio, el San José Obrero. En una nota que la familia prepara para presentar un amparo judicial el joven contó que en sus años por el colegio hizo varios muebles y utilizó diferentes maquinarias para hacerlos.
"Aprendí mucho y estudié un montón, hice una casa de madera, una silla. Usé la sierra eléctrica para cortar madera y la lijadora. Al fondo del taller en una pieza aprendí a pintar con una pistola y máscara", contó Lautaro y aclaró que lo que le falta hoy es "el título, diploma, de carpintero".
Si bien su mamá confesó que en primera instancia pensó en dejar las cosas así, el pedido de su hijo, las ganas de poder trabajar como carpintero y además las posibilidades de todos los chicos y chicas con discapacidad de tener las mismas oportunidades la ayudaron a tomar la determinación de pedir que le rectifiquen el título a su hijo.
Marcela aseguró que el texto que le estamparon al título de Lautaro lo pusieron de "antemano" y remarcó que es "inconstitucional porque va en contra de los tratados internacionales de la convención de los derechos de personas con discapacidad".
Ante esta situación es que la familia hizo una presentación ante el Consejo Provincial de Educación (CPE) que fue respondida sin mucha claridad y sin respuesta a su pedido de rectificación.