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10 de Febrero de 2018
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Marcelo Sosa

Ongarato: La gestión de las excusas

La columna de Marcelo Sosa para RED43

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La "doctrina Durán Barba" de echar culpas a otros ha prendido fuerte en cierto sector de la clase política. Y el intendente de Esquel Sergio Ongarato viene, en los últimos tiempos, haciendo un uso intenso de esa doctrina.

 

Esta semana echó culpas a la situación de la Provincia por el parate de la Obra Pública cuando durante gran parte del año pasado, él y sus funcionarios y legisladores partidarios, vaticinaban una recuperación de la inversión en obra pública gracias a la generosidad del Gobierno Nacional. Esa inversión no llegó en la medida de lo esperado y Ongarato dijo que la cuestión no era consecuencia de decisiones en ámbitos municipales o del Estado Nacional y se animó a culpar a la herencia provincial, cosa que no se había atrevido con Mario Das Neves en vida.

 

Ahora, y ante informes de Red 43 en torno a la proliferación de vertederos clandestinos de basura, se excusó cargando culpas en la desaprensiva sociedad esquelense que tira basura por doquier.

 

Durante una entrevista para este medio, dejó dos frases increíbles para un funcionario público: "No podemos hacer nada" dijo luego de haber afirmado que "“un basurero clandestino no es un problema del Municipio, es un problema de todos"

 

No se puede aceptar de parte de un servidor público del rango del Intendente Ongarato tales definiciones. Si naturalizamos que un funcionario se excuse de esa manera, no pasará mucho antes de que escuchemos "Con la velocidad de los automovilistas no podemos hacer nada si nosotros controlamos, pero igual siguen corriendo"; u otro advirtiendo que, "Con los incendios forestales no podemos hacer nada si nosotros los apagamos y vuelven a prender", o un básico, "para que vamos a cortar el césped de las plazoletas si total vuelve a crecer".

 

Si el responsable de un área le dice que "no puede hacer nada", el intendente lo que puede y debe hacer es reemplazarlo por alguien que si pueda. En definitiva, no tiene justificativo pagar un sueldo a quien no puede cumplir con su función.

 

Sí, se debe coincidir con Ongarato, en que se limpia y aparecerán quienes volverán a ensuciar. Se arregla y alguien volverá a romper. Es lamentable, pero es así.

 

Pero también es cierto que se puede hacer mucho: Profundizar las campañas de concientización; obligar a propietarios a cercar terrenos baldíos; intensificar los controles; dotar al área de control del personal y herramientas suficientes; promover legislación que establezca sanciones más duras para con los infractores. Y si no funciona, limpiar.

 

El vecino, el que no rompe y no ensucia, el que paga sus impuestos, no merece que la respuesta sea "no podemos hacer nada". La respuesta debe ser “hacer todo lo posible".

 

Un basurero clandestino es un problema del Municipio. Si "nada se hace", se convierte en un problema "para todos".

 

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