No te des por vencida

La vida útil de un alimento indica el tiempo que transcurre desde su elaboración hasta su deterioro e indica hasta qué momento puede ser consumido.

Hace a la seguridad alimentaria porque luego de ese período el producto puede verse alterado.

El problema de no respetar la caducidad no es sólo la contaminación y la toxicidad, sino también la pérdida de nutrientes y la calidad del producto. Los alimentos se deterioran siempre, algunos más rápidamente que otros.

Ayer la comunidad de Esquel se enteró que la Secretaria de Acción Social de la Municipalidad, estaba distribuyendo leche vencida.

Obviamente salta a la vista la inconsistencia de la actuación del gobierno municipal: Por un lado, realiza inspecciones, actas y secuestros de mercadería en los comercios imponiendo severas multas, aunque solo encuentre en una heladera un yogurt vencido, y por otro lado distribuye entre la población leche caduca que consumen los niños que más la necesitan, los de bajos recursos.

El primer año de vida es, desde el punto de vista nutricional, crítico, ya que el crecimiento y desarrollo son los más rápidos del ciclo de vida y el bebé es inmaduro fisiológicamente lo cual lo hace muy vulnerable.

Una alimentación deficiente o errónea durante este período puede afectar de manera irreversible el crecimiento y desarrollo físico, el coeficiente intelectual o causar alergias alimentarias de por vida.

Lo que más sorprende es que en principio no se trata de un error de los funcionarios municipales, sino de una actitud dolosa realizada a sabiendas y asumiendo el daño que se podía causar.

Lo expresado surge de la circunstancia que para realizar la entrega se sacaron las bolsas de leche de cada una de sus cajas para que no se vean los membretes ni la fecha de vencimiento que sería del mes de diciembre del año pasado, aproximadamente 4 meses.

Existen numerosos antecedentes relacionados con el mal manejo de la leche en polvo y los daños a la salud:

Por ejemplo, el caso Kasdorf S.A. – Provincia de Jujuy en el que, en un hospital, enfermeros prepararon leche en polvo que estaba contaminada al haber viajado con pesticida en el mismo camión, resultando la muerte de casi una decena de niños.

O el famoso caso que tanto desprestigio le provocó al menemismo en 1991, en la que se fracciono y vendió leche en polvo adulterada para un programa de alimentación materno infantil y que le costó su cargo a Miguel Ángel Vicco, por entonces secretario privado de Carlos Menem. También la condena a 2 años y medio de prisión a quien la había vendido.

Es evidente que, desde hace tiempo, viene faltando escrúpulos y sobrando la mala leche.