Equinoterapia en Esquel: Un camino hacia la rehabilitación y el desarrollo socioambiental

"Hoy en día, la fundación realiza tres actividades fundamentales, dos de ellas son colonias de vacaciones destinadas a niños de 5 a 11 años, y la tercera es la equinoterapia o TACA, que actualmente es la terapia asistida con caballos", comenta Pizzolitto. La coordinadora explica que las colonias de vacaciones se dividen en dos grupos: los más pequeños, de 5 a 8 años, participan los lunes, miércoles y viernes por la mañana; mientras que los más grandes, de 8 a 11 años, disfrutan de actividades los lunes y miércoles por la tarde.

La equinoterapia, o TACA, se centra en la asistencia y terapia asistida con caballos. Pizzolitto destaca que esta actividad no tiene restricciones en cuanto a diagnósticos y cualquier persona con un problema de salud puede participar. Sin embargo, se requiere una indicación médica para iniciar el proceso, al igual que en cualquier tipo de rehabilitación.

En cuanto al proceso, Andrea Pizzolitto resalta la importancia de considerar al caballo como un compañero terapéutico. "Tomamos al animal como un compañero terapéutico y realizamos la rehabilitación utilizando al caballo y aprovechando todas sus facultades", explica Pizzolitto. Durante las sesiones, cada paciente es acompañado por un grupo de tres a cuatro personas, incluyendo kinesiólogos, psicólogos, terapistas ocupacionales y auxiliares, que asisten y manejan al caballo.

La coordinadora subraya la variabilidad en los resultados de la equinoterapia, pero destaca que siempre se logran cambios positivos. "Nunca logramos tiempos específicos ni una cantidad de avance específico porque cada persona es particular, pero siempre con la equinoterapia logramos cambios", señala Pizzolitto. La terapia se realiza al aire libre, en un entorno no convencional, lo que favorece emocionalmente a los participantes al ofrecer un ambiente diferente al hospitalario.

La equinoterapia se lleva a cabo desde agosto o septiembre hasta mayo, dependiendo del clima. A pesar de los desafíos climáticos, la fundación se esfuerza por brindar esta terapia hasta el último momento posible. En junio y julio se suspenden debido a las condiciones climáticas.

En un esfuerzo por ampliar su capacidad, la fundación incorporó un nuevo caballo y está entrenando a más para unirse al programa de equinoterapia. Sin embargo, se enfrentan a la necesidad de reclutar más voluntarios para asistir a los caballos durante las sesiones. Andrea Pizzolitto invitó a la comunidad a participar como voluntarios y destacó que la formación y capacitación están disponibles. "Estamos a full con los horarios de equinoterapia. Agradecemos a la población porque siempre nos tiene confianza y se acerca. Tenemos la disponibilidad de trabajar con un caballo más, lo que nos está faltando son voluntarios", enfatizó Pizzolitto. Los interesados pueden comunicarse a través de las redes sociales de la fundación, ya que están en busca de personas comprometidas con la causa.

O.P