Víctimas de trata: Avanza un proyecto para otorgarles una pensión

Por unanimidad, Senadores le dio media sanción el proyecto de Ley de Reparación a las Víctimas del Delito de Trata de Personas que establece una pensión por diez años a toda persona víctima del delito de trata de personas con fines de explotación sexual cuando haya una sentencia firme judicial condenatoria. Esta pensión es independiente de cualquier otra reparación o indemnización que corresponda por los daños y perjuicios que sufrieron las víctimas. Ahora el proyecto debe ser tratado por Diputados para convertirse en ley.

“Es sumamente importante que se haya aprobado este proyecto para que las víctimas de trata tengan un ingreso seguro durante diez años, ya que estas mujeres no están preparadas para ponerse a estudiar o a trabajar como cualquiera de un día para el otro. Primero tienen que reafirmarse como personas y ese proceso que requiere un gran apoyo psicológico puede llevar mucho tiempo”, dijo la senadora Marina Riofrío autora del proyecto y jefa de la Banca de la Mujer. Esta Banca es un gran avance del Senado, ya que existe como comisión especial desde 2008 y permanente desde 2011: “Vamos promocionando desde temas de mujer hasta el lenguaje correcto”, dice Riofrío. En Diputados no existe una Banca así, sino que los temas de mujer se siguen tratando en la Comisión de Familia y Niñez.

“La trata de personas, principalmente con fines de explotación sexual, es una forma extrema de violencia de género que tiene dinámicas transnacionales, llevándose a cabo en todo el mundo con una impunidad casi absoluta. Existe consenso, tanto a nivel internacional como en todos los estamentos estatales, políticos y de la sociedad civil argentina, en torno a que la trata de personas con el fin de explotación sexual es una de las mayores violaciones a los derechos humanos fundamentales de mujeres, niños, niñas y adolescentes, que tiene un impacto devastador sobre las víctimas, no sólo por las consecuencias del sometimiento físico, sexual y psicológico, sino también por la marca que genera en la subjetividad de la persona y las dificultades para incluirse en igualdad de condiciones en la vida laboral, educativa y social de su comunidad”, dicen los argumentos del proyecto.

Con la modificación de la Lay de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas de 2012 (Ley N° 26.842) se mejoró el reconocimiento de los derechos de las víctimas, obligando al Estado a brindar asistencia médica y psicológica, otorgar capacitación laboral y ayuda en la búsqueda de empleo y a colaborar en la inclusión en el sistema educativo. “La iniciativa que hoy proponemos no alcanza para reparar el daño causado, pero contribuirá en parte a afrontar la situación de desprotección y desvalimiento al que quedan expuestas las víctimas de trata aún después del rescate. Cabe destacar que sin acciones que contemplen la etapa post rescate de las víctimas, es imposible prevenir el futuro proceso de revictimización, que terminará por vulnerarlos derechos humanos protegidos al exponer a las víctimas una vez más, al escenario de desigualdad y desprotección social que las llevó a ser blanco fácil de las redes de trata y explotación. Otorgarle una pensión graciable por el término de 10 años a toda persona que haya sido víctima de trata de personas con fines de explotación sexual, puede ser en parte –en articulación con otras medidas y políticas- el inicio del camino de la reparación y la restitución de derechos”, escribió Riofrío en su proyecto, que ya había sido aprobado en 2015 pero Diputados nunca llegó a tratarlo.

Quien estaba presente y terminó llorando de la emoción fue Alika Kinan, la primera víctima de trata con fines de explotación sexual que querelló a sus proxenetas y al Estado por facilitar esa explotación. Sus proxenetas fueron condenados el año pasado en un juicio histórico en Ushuaia, pero la sentencia aún no está firme: “Estoy súper emocionada, a pesar que todavía falta otra instancia, que es la de Diputados, pero es un comienzo -dijo a Clarín-. Es una política pública concreta para víctimas de trata con sentencia firme, es un primer paso para la reconstrucción de la vida de tantas mujeres que han sido víctimas de este delito, que es como la conjugación de muchos delitos de la integridad sexual, de violencia de género, discriminación, hostigamiento, torturas. Es materializar el trabajo de mucho tiempo, es el momento donde se empieza a recoger, es el momento de ver quién tiene la voluntad política de poder resolver todo esto”. (Mariana Iglesias/Clarín)