Cómo sigue la causa Maldonado

Desde el pasado viernes, cuando se anunció que el Juez Lleral estará a cargo del caso Maldonado, varios interrogantes se soltaron en función de la continuidad de la la causa.

El Juez Lleral se reunirá con la familia Maldonado para determinar cómo seguirá la investigación

 

La primer duda data de saber si el Juez trabajaría en Rawson o llegará a instalare a la cordillera: pues bien, quedó confirmado la decisión de Lleral de trasladarse a Esquel, está marcada por la relación que mantendrá con los organismos de Derechos Humanos, quienes no mantuvieron un buen trato con su antecesor, como así también la cercanía para el desarrollo de operativos (si son requeridos) como así también tomar declaración a los testigos.

La causa no comenzará de cero para no perder más días en la investigación y que Lleral contará con 60 días para dedicarle exclusivamente al caso. En consecuencia, el titular del Juzgado Federal 2 de Rawson contará con las declaraciones de los 19 gendarmes que testificaron frente a Otranto, los resultados de las pericias tardías de los vehículos que participaron en el operativo del 1 de agosto y los elementos secuestrados que fueron secuestrados en los cuatro operativos del juez federal de Esquel.

Una de las tareas más complejas que deberá afrontar Lleral será encontrar las deficiencias en las declaraciones de los gendarmes. En total fueron 19 agentes que pasaron por el Juzgado Federal de Esquel donde se escucharon diferentes versiones.La primera fue la teoría del “piedrazo” donde los cocineros César Peralta y Walter Ruiz Díaz aseguraron que escucharon que un agente le habría pegado un piedrazo a un manifestante de la ruta Nacional 40 cuando intentaba cruzar el río Chubut. Sin embargo, esta teoría fue puesta en duda cuando los gendarmes Hugo Fabián Díaz, Daniel Alejandro Gómez, Orlando Federico Yucra y Juan Rodolfo Prieto brindaron sus testimonios.

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Es que los gendarmes aseguraron que no vieron a ningún miembro de la fuerza nacional lanzando piedras contra los manifestantes durante el operativo en Cushamen.Otro de los testimonios que se esperaba era el del alférez Emmanuel Echazú, quien recibió un piedrazo, en cuanto entró al Pu Lof, ocasionándole una triple fractura cerca del pómulo.

Con este tipo de versiones, se buscaría que Gendarmería quedara despegada de la desaparición de Maldonado para solo acusar a un agente “que se le fue la mano”.Pese a que durante una semana declararon 19 gendarmes falta que testifique Armando Robledo, quien habría asegurado a compañeros que lanzó una pedrada contra uno de los manifestantes.

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Lleral también deberá decidir si continúa con las tareas de rastrillajes en el río Chubut donde Otranto había pedido una gran cantidad de agentes federales para recorrer los 800 kilómetros que tiene el cauce. Y que hasta el momento no ha arrojado ningún tipo de avance en la investigación.

El magistrado también deberá pensar qué hará con los testimonios ofrecidos por la comunidad mapuche de Cushamen, el testimonio de Ariel Garzi, amigo de Maldonado y testigo protegido hasta que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, reveló su nombre en una exposición ante la Cámara alta del Congreso, vuelve a tomar relevancia sobre el accionar de la Gendarmería durante el 1 de agosto.