5 años sin Gabino Díaz

Se pueden poner todos los adjetivos y seguramente muchos quedarán afuera. Pero Gabino Díaz, quien fue parte importante de la historia de Esquel, todos lo recuerdan en sus distintas facetas. Un compañero militante, un luchador, un promotor de la unidad entre vecinos, un padre de familia, un líder barrial y se le puede agregar muchos condimentos más a un hombre que se fue antes de tiempo.

Que llegó a vivir 61 años de vida pero que marcó una huella imborrable en muchos de los vecinos y amigos de Esquel.

Gabino Díaz, esposo de Iris y padre de Silvana, Norma y Hernán, nació en Ñorquinco (Rio Negro) el 15 de enero de 1953 y luego de hacer se servicio militar, en 1970, se radicó en Esquel en busca de trabajo. Hijo de Ferroviario su destino no estuvo por ese lado, aunque trabajó en la construcción de la represa Futaleufú, a través de la empresa Vialco, su recuerdo imborrable tiene relación con el barrio 28 de Junio y su construcción. Con su escasa formación en lo educativo, ya que solo terminó séptimo grado, demostró ser una persona comprometida, estudiosa y solidaria con los demás.

Gabino Díaz falleció un 8 de marzo, de hace cinco años, y de estas líneas queremos recordarlo en su faceta dentro del deporte.

Se preocupó por el desarrollo infantil del barrio 28 de Junio, donde promovió que el deporte es sinónimo de compañerismo y solidaridad. Valores fundamentales para todo ser humano, que se precie de tal.

Le gustó la música, donde el acordeón y la guitarra eran parte de su vida y también fue amante del deporte, donde el atletismo fue su camino y donde el arbitraje del futbol fue su herramienta para impartir justicia.

Gabino Díaz marcó una huella imborrable donde muchos líderes barriales, inclusive su hijo Hernán, aprendieron que lo que mejor uno puede dar  es el tiempo, para acompañar a los niños, a los que nada tienen. Que la escusa sea el futbol para ser mejores personas, solidarias, comprometidas, militante por la justicia social, y sobre todo respetuoso con el par y con el que piensa diferente, como lo fue Gabino Díaz cuyo recuerdo quedará en la historia de Esquel.