Guardería 'Mi Casita' es uno de los tantos espacios que vio afectada su actividad por la cuarentena y tuvo que adaptar su manera de ayudar a niños y familias que atraviesan necesidades. "Después de dos o tres semanas tuvimos que anunciarles a los niños que no podían venir más a la guardería con todo lo que implica: acá comían. En invierno acá está calefaccionado y en sus casas no tienen tanta calefacción o tienen a leña con lo difícil que es conseguir leña seca", contó Samuel Vargas, uno de los responsables del lugar.
Por supuesto, en este contexto intentaron no dejar solas a las familias que pasan necesidades: "Nosotros comenzamos a repartir víveres. Preparamos cajas con los alimentos que nos dan a nosotros. Las llevamos a las casas de los chicos que conocemos y de otras personas que sabemos la situación que están pasando".
Comentó que habitualmente solían ir entre 20 y 25 niños. "El protocolo no nos permite tenerlos en la guardería. Sería difícil mantenerlos aislados, que puedan jugar solos", señaló Vargas. Además, el lugar no es lo suficientemente amplio y eso haría más complicado aún respetar el distanciamiento.
De todas maneras, no tienen ninguna novedad sobre cuándo podrían retomar: "No somos parte de los jardines maternales de la Municipalidad, somos privados, pero respetamos cómo van a trabajar ellos, lo tomamos y trabajamos a la par. De lo que hace el gobierno añadimos un poquito más, es algo que siempre hizo la guardería". "Qusiéramos poder hacer más pero también es hasta donde llega el presupuesto que tenemos", agregó.