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05 de Diciembre de 2021
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La canción del domingo: Oncemil

La propuesta para este domingo es Oncemil, la canción de Abel Pintos que, en el 2017, apenas horas después de su lanzamiento, se convirtió en un suceso musical.

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Pintos la describió como una "balada visceral”. Es parte del álbum “Once” que escribió en colaboración con su hermano Ariel.

 

En cuanto al disco dijo que era su punto de vista “de dónde están las relaciones humanas y cómo uno se relaciona con los demás, dependiendo de cómo está con uno mismo".

 

El álbum fue grabado en Madrid y Londres y contiene 11 canciones con temas filosóficos como la búsqueda del equilibrio, el papel que juega el dinero en las relaciones humanas, la intimidad y la introspección personal de cada uno.

 

Sobre Oncemil el artista expresó que es “muy sincera y pretende justamente poner las cosas enfrente. Con los miedos que uno tiene, uno siente como una tensión en el cuello, como si hubiera algo mordiéndote y me dijeron que si vos lo ponés enfrente, te vas a dar cuenta qué cambia”.

 

Para Abel Pintos esta canción “es como agarrar una serie de cosas que uno entiende que conviven dentro de uno pero que habitualmente está tapando y sacarlas ahí a la luz, ponerlas enfrente y descomprimirlas un poco”

 

Abel Pintos nació en Villa Mitre, un barrio de Bahía Blanca. Hoy es uno de los referentes de la música de nuestro país, conocido a nivel mundial.

 

Letra de Oncemil

 

No me gusta herir a quien amo,
no me gusta traer el pasado,
aquí, al presente,
no me gusta sentirme ausente
cuando tú vives a mi lado.

 

No me gusta matar las horas,
sonreír si no soy feliz,
convertirme tan sólo
en un fantasma amante de todos,
vendiéndole el alma al diablo.

 

No me gusta vivir así, así...

 

Así, como si no doliera,
así, como si no estuviera
ahogándome en palabras mudas,
con las manos duras de arañar la arena.
Partido en once mil pedazos,
callándole la voz del alma a los dos,
asumiéndome un caso perdido.

 

No me gusta herir a quien amo,
no me gusta traer el pasado,
aquí, al presente,
no me gusta sentirme ausente
cuando tú vives a mi lado.

 

No me gusta matar las horas,
sonreír si no soy feliz,
convertirme tan sólo
en un fantasma amante de todos,
vendiéndole el alma al diablo.

 

No me gusta vivir así.

 

Así, como si no doliera,
así, como si no estuviera
ahogándome en palabras mudas,
con las manos duras de arañar la arena.
Partido en once mil pedazos,
callándole la voz del alma a los dos,
asumiéndome un caso perdido.

 

La suma de las dos mitades,
la lágrima alimenta al río,
la cura de las vanidades,
la luz abriéndose camino
para dar olvido a las soledades.

 

Así, como si no doliera,
así, como si no estuviera.
Partido en once mil pedazos,
callándole la voz del alma a los dos,
asumiéndome un caso perdido.

 

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