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29 de Enero de 2023
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La increíble y triste historia de José Crettón y de sus asesinos desalmados: el último abrazo, el adiós para siempre

Se van a cumplir seis meses de la desaparición del joven de Esquel que se enamoró de una mujer mucho mayor. “Ella ya lo olvidó, ya no le importa”, dijo el padre. El cuerpo del chico sigue sin aparecer.

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Por Carlos Guajardo

 

La última vez que se vieron fue en un almuerzo de domingo. Sergio abrazó a su hijo en la despedida. Al lado, estaba la mujer con la que iría a vivir. José no apareció nunca más. Aunque ya se sabe que lo mataron de la manera más cruel, el cuerpo del chico, de solo 18 años, no aparece. “No puede ser tanto silencio, no puedo entenderlo”, le dijo Sergio Crettón a Red43. Está esperando ansioso el 25 de febrero día de una nueva audiencia de detención. Cree que en algún momento alguno se va a quebrar. “Ellos creen que este pacto los beneficia. Pero no es así. Los van a condenar igual. Y yo digo que si quedan en libertad como piensan, alguien los va a estar esperando. No nosotros, la familia, que solo queremos justicia. Hay gente muy enojada que inclusive me critica a mi por haber dejado que mi hijo se vaya con una mujer de 36 años”.

 

 

 

Ellos son Daniel Napal (ex pareja de la mujer) y Carlos Peinipil. La mujer de 36 años se llama Marcela y no está imputada porque para la justicia también es una víctima. “Víctima somos nosotros. Yo estoy seguro que a ella ya no le importa, que ya se olvidó de José”, agregó Sergio.

 

Aunque la historia es conocida siempre agrega un nuevo capítulo. Muchas veces desgarrador porque hay una madre, un padre y dos hermanos que siguen esperando que aparezca José. O su cuerpo sin vida para darle el adiós que se merece. “En realidad lo que él merecía era vivir. Su amor lo condenó a muerte. No sabía lo que le esperaba. El se fue a El Maitén con la esperanza de ser feliz. Pero ignoraba que Napal le había dicho a Marcela que si la veía con otro lo mataba. ¿Por qué la mujer no se lo dijo a José? La  justicia tiene que actuar en esto también”. José desapareció el 11 de agosto. Se van a cumplir seis meses.

 

Fueron escuchas telefónicas las que revelaron que a José lo habían asesinado. Peinipil le contó a un amigo que supuestamente vive en Bariloche como habían terminado con la vida del chico. “No puedo dormir, le pegamos dos balazos y después le cortamos el cuello”, le dijo. Después en otro audio le confesó: “No creo que se pare el chico. Tiene dos balazos y el cuello roto”. Demasiada prueba.

 

Por eso ambos continúan presos. Pero no rompen el pacto de silencio que recuerda al que realizaron los 8 acusados de matar a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Sólo hablaron en la última audiencia en que pidieron disculpas, aunque fue demasiado tarde.

 

Napal y Peinipil no hablan sobre donde escondieron el cuerpo. Ambos tienen el mismo abogado. “Peinipil estuvo a punto de quebrarse pero cuando llegó a la audiencia se arrepintió. O lo hicieron arrepentir. Ellos están convencidos que callando van a estar otra vez en la calle. Pero nosotros estamos detrás de unos trámites importantes como conseguir un certificado de fallecimiento. Además, la fiscal Ruth Monge tiene muchas pruebas en su poder. Y se está detrás de un caso similar”, aseguró Sergio Crettón.

 

Todo indica que Peinipil fue contratado como un sicario por Napal para que “lo ayude” a matar a José. Le pagó la mitad de lo convenido pero no llegó a completar la suma porque antes, ambos fueron detenidos. En su charla con Red43, el padre de José aún tiene fe. “Yo no se por cuanto tiempo más van a seguir mudos. Tienen mucha presión y algo van a tener que decir. Sobre todo Peinipil porque está muy comprometido. Pero el tema es que tienen al mismo abogado defensor quien les aconseja que sigan con su silencio”.

 

A José lo buscaron de todas las formas. Por tierra, por aire, por agua. Siguieron rastros, algunos indicios que al principio tuvo la justicia. José vivía solo en un departamento de un ambiente. No convivía con Marcela. Muy cerca de ambos, estaba la casa de Napal. Por eso, Sergio cree que la mujer calla algo.

 

 

 

“Marcela con nosotros no tiene contacto, la última vez  salió en un medio a declarar que esta gente había matado a mi hijo y que sabía que Napal era una persona peligrosa. Es lo último que dijo en forma pública. Ella sostuvo que mi hijo no tenía buena relación con nosotros y que por eso se fue con ella. Con eso parece querer justificar la muerte. No tienen relevancia esas palabras. Ella tiene que ser imputada por encubrimiento porque sabía que su ex pareja era una persona peligrosa. Pero la justicia estima que también es víctima. Que mataron a José para que ella sufra. Yo no creo en eso”.

 

El hombre que sigue pidiendo justicia y que el cuerpo de su hijo aparezca, aseguró que “lo que ocurre con quienes están detenidos es que creen que la justicia es “liviana”. Y que si el cuerpo no aparece van a quedar libres. Yo creo que si es así, no van a poder caminar dos cuadras. La gente está muy enojada con lo que le pasó a José. Y esto también me pone mal porque yo lo único que quiero es que sea la justicia la que los condene. Tiene que haber un juicio. Para eso estamos poniendo todo lo que podemos”.

 

Sergio Crettón todavía recuerda aquel último abrazo con José. Nunca imaginaría que sería el último, que ya no volvería a verlo con vida. Mientras, hay quienes callan. Quienes contaron la parte más cruel de la historia. Pero a esta historia aún le queda algún capítulo perdido. Como está perdido el cuerpo de José. En el silencio cómplice de quienes lo mataron. En ese silencio que seguramente no deja que el chico descanse en paz.

 

 

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