En el marco del juicio que involucra a Cecilia Torres Otarola, exdiputada provincial y exministra de Familia, un nuevo testimonio sacude el caso "Ñoquis Calientes".
Uno de los testigos más recientes en ser incorporado a la causa, Pablo Leuful, admitió públicamente tener antecedentes penales, incluidos cargos por homicidio culposo y violencia familiar. Este testimonio se convirtió en un punto de controversia en la investigación y dio lugar a una serie de interrogantes sobre la credibilidad y los vínculos del testigo con la imputada.
Un testigo con pasado penal
Pablo Leuful fue presentado a último momento por Romano Cominetti, defensor de Torres Otarola. Durante su declaración, Leuful reconoció que había sido condenado en 2009 por un homicidio culposo, además de haber tenido varios procesos legales por violencia familiar. Aunque inicialmente intentó eludir detalles sobre su historial delictivo, al ser presionado por el fiscal Gustavo Rodríguez, Leuful aceptó su pasado penal.
Rodríguez, en su intervención, expresó que la intención de sus preguntas no era otra que "evaluar la credibilidad" del testigo. A su vez, cuestionó cómo Leuful había logrado acceder a un puesto en el Ministerio de Familia bajo el gobierno de Torres Otarola, a pesar de su historial criminal.
Leuful, por su parte, defendió su rol en la administración pública, asegurando que trabajó como funcionario en el Ministerio de Familia desde la llegada de Torres Otarola al cargo hasta su salida. Sin embargo, el fiscal Rodríguez no dejó de recordar la polémica salida de Leuful del ministerio, cuando el exfuncionario fue despedido tras negarse a someterse a un test de alcoholemia, una situación que fue ampliamente divulgada por los medios.
Declaraciones sobre el manejo de fondos
Además de su pasado penal, Leuful fue consultado sobre su conocimiento en torno al manejo de fondos y las becas otorgadas durante la gestión de Torres Otarola. En este sentido, el testigo ofreció detalles sobre lo que consideró un "mal manejo del dinero destinado a las becas".
Como militante del Partido Justicialista, hizo alusión a prácticas que involucraban el pago de un "diezmo partidario", pero subrayó que la exministra nunca le solicitó dinero directamente, aunque sí lo hizo su compañero de militancia, Juan Martín Sandoval. Leuful aseguró que, meses después, Torres Otarola le aclaró que ella nunca había autorizado a Sandoval a pedir dinero en su nombre.
¿Un intento de presión sobre el testigo?
Romano Cominetti, defensor de Torres Otarola, manifestó su preocupación por las preguntas del fiscal Rodríguez, interpretando que el objetivo era presionar al testigo y dañar su credibilidad.
Sin embargo, el fiscal Rodríguez se defendió, asegurando que su único interés era obtener una visión clara sobre la veracidad del testimonio.
O.P