Corrió entre 5 mil competidores. Los medios grandes de prensa escribieron y hablaron más de Leonel Scaloni y su cuerpo técnico de la Selección Nacional que el resto de los corredores quienes se animaron a la increíble prueba del Desafío Rio Pinto, una de las competencias más emblemáticas y convocante de Sudamérica.
Y dentro de esta fiesta apareció Carla Rocio Bassani, de Trevelin, quien pudo completar los 83 km de distancia, quien logró el puesto 38 en su categoría (Damas A2), quien terminó en el puesto 241 en la clasificación general de mujeres, con un tiempo de 4hs 44min 17seg.
Bassani, quien recibió un apoyo económico por parte del Fondo para el Desarrollo Deportivo de Trevelin, señaló los inconvenientes que tuvo en esta prueba, que la lluvia de la noche anterior fue determinante para dejar un circuito por demás pesado con mucho barro y greda, donde la bicicleta no rodaba y se empastaba con el mismo barro.
Además, comentó que a punto estuvo de caer en un precipicio lo que en verdad hubiese sido una catástrofe.
Pero no abandonó. Nunca tuvo intenciones de abandonar. Siempre firme, siempre adelante.
- Carla ¿qué te ha pasado en la carrera?
- Bueno, llovió toda la noche y nosotros largamos con lluvia. El circuito estuvo muy peligroso, sobre todo en la parte de las bajadas de Las lajas, estaba muy resbaladizo, los vados de agua estaban bastante crecidos, después había mucho barro, mucha greda,
la bici se fue llenando de barro, se empastaba, tenía que bajar y limpiar la cadena eso me pasó tres veces. Se me trababa, no giraba, se me salía la cadena de la rueda del descarrilador, así que tuve bastantes complicaciones con la bici.
- ¿Toda la carrera fue así?
- La primera parte iba bien, me sentía re bien, en la bajada perdí mucho, pero después recuperé bastante. Hasta la subida de San Marcos fui re bien, dentro de las diez de la categoría (Damas A2), pero bueno, después empecé a sentir calambres, nunca me pasan en las carreras, nunca me acalambro, me acalambré y bueno después el tema de la bicicleta y en el kilómetro 70 más o menos, fue como que ya no daba más y me empezaron a pasar, a pasar y a pasar y era como que no podía seguir la rueda de nadie, se hacía súper pesado.
Si bien no había entrenado bastante para la carrera y hasta donde se pudo rodar bien, que fue hasta la subida de San Marcos, fui bien, después ya era todo un chancherío y fue imposible.
- ¿Y abandonaste ahí o completaste el recorrido?
- No, no, no. Completé el recorrido, así me llegué arrastrando, yo completo el recorrido. Tuve que parar tres veces y bueno, eso te frustra bastante porque uno por ahí no se lo espera, tenés que parar, pero bueno.
En una de las paradas tardé un montón en poner la cadena en la ruedita porque estaba tan lleno de barro, no tenía agua, no tenía un palo para sacar el barro, así que con el dedo ahí sacando el barro para poder poner la cadena y ahí me llevó mucho tiempo.
- ¿Qué pregunta tonta que hice no? ¿Por qué tenés que abandonar?
- Eso en mi caso es imposible. Por ahí hay mucha gente se enoja, yo veía gente que se enojaba, pateaba la bicicleta, la bici no tiene la culpa de que el clima haya estado así, las condiciones se dieron así, pero hay mucha gente que debe sentir como esa frustración, ese enojo y abandonan.
Pero yo no, vengo de tan lejos, tanto sacrificio que hice para poder estar acá (NdeR: estaba en Córdoba cuando se hizo la nota), y no, ni loca abandono.
En una parte me iba con la bici en la mano porque no giraban las ruedas, del barro que tenía, pasaban chicas que las conocí ahí en la largada y me decían “dale amiga, dale, dale, subite a la bici, vamos” y entonces te da como una energía extra y te levanta ahí, vos te subís a la bici y ¿cómo podés abandonar así? imposible.
- Esta prueba tuvo la particularidad que invitaron al cuerpo técnico del seleccionado argentino, ¿lo pudiste ver a Leonel Scaloni? él llegó entre los primeros 25, ¿habrá tenido el mismo problema que tuviste vos? ¿Se habrá bajado de la bici? ¿habrá, con el dedo, sacado todo el barro de la rueda?
- Parece que no, porque los primeros que largaban a las 7 de la mañana y el piso estaba un poco más aplanado. Imagínate que nosotras largamos a las 10 de la mañana y ya, como a las 7, empezaban a largar y las otras categorías eran entre 600 y 700 por categoría.
Imagínate la cantidad de bicicletas que pasaron por ese terreno antes que nosotras. Cuando nosotros pasábamos era imposible, había partes que no se podía pedalear y bueno, caía, yo veía muchas chicas que se cayeron.
Cuando íbamos bajando yo iba bien, bajo tranqui porque no sé bajar bien y porque quiero llegar, no quiero arriesgarme en una bajada, venía una chica de atrás, me choca, menos mal que yo venía firme arriba de la bici, me empuja al lado de un precipicio.
Ella cayó ahí sobre las piedras y parece que se quebró porque se escuchaba que gritaba, que se había quebrado, pero gracias a Dios yo pude llegar sana y salva (fotos ilustrativas).