Cada 11 de julio se celebra en Argentina el Día del Meteorólogo, una fecha dedicada a reconocer la invaluable labor de los profesionales que, a través de la ciencia, nos permiten comprender y predecir los fenómenos atmosféricos. Es una oportunidad para destacar el rol fundamental que desempeñan en la vida cotidiana y en diversas actividades productivas del país.
Se celebra en Argentina en conmemoración de la creación, en esa misma fecha pero del año 1872, de la Oficina Meteorológica Argentina (OMA).
Esta oficina fue el primer organismo meteorológico de América del Sur y marcó el inicio de la actividad meteorológica organizada en el país. Con el tiempo, la OMA se transformaría en lo que hoy conocemos como el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La meteorología es una ciencia compleja y dinámica que requiere de un profundo conocimiento de la física de la atmósfera, el uso de tecnología avanzada y una constante actualización. Los meteorólogos no solo elaboran pronósticos del tiempo, sino que también estudian el clima, investigan el cambio climático, asesoran a sectores como la agricultura, la aviación, la navegación y la gestión de riesgos, y contribuyen a la prevención de desastres naturales.
En una provincia como Chubut, donde las condiciones climáticas pueden ser tan variadas y extremas, desde intensas nevadas hasta fuertes vientos, la labor de los meteorólogos cobra una relevancia aún mayor. Sus pronósticos y análisis son herramientas esenciales para la seguridad de la población, la planificación de actividades al aire libre y la toma de decisiones en sectores económicos clave.
F.P