Emanuel Vilte tenía 36 años y era oriundo de Comodoro Rivadavia. Estudió en la escuela Juan XXIII y en el Colegio Magisterio. En 2022, mientras el conflicto entre Ucrania y Rusia copaba la agenda internacional, decidió dejar su vida en Argentina para alistarse en la Legión Internacional de Defensa de Ucrania. Lo hizo, según contó en una entrevista para cumplir un sueño que había tenido desde la adolescencia: ser soldado y “luchar por una causa justa”. Este lunes se confirmó que Emanuel murió en combate, cumpliendo esa decisión que lo llevó a arriesgarlo todo por un ideal.
“Estoy acá por voluntad propia”, decía en aquella entrevista realizada en 2022 desde Europa. “Vine porque quiero ayudar y porque tengo vocación. Siempre quise ser soldado, desde chico, y no se me dio la oportunidad en mi país. Esta fue mi forma de concretarlo”.
Emanuel se comunicó por correo electrónico con el consulado ucraniano en Buenos Aires apenas se enteró de la convocatoria internacional que lanzó el presidente Volodímir Zelenski para formar una legión extranjera. Luego completó un formulario online y mantuvo entrevistas virtuales, donde evaluaron su perfil físico, psicológico y sus motivaciones.
Una vez aprobado, viajó en avión desde Argentina a un país europeo (por razones de seguridad no detallaba cuál), donde se encontró con otros voluntarios. Desde allí fue trasladado por vía terrestre a territorio ucraniano, donde recibió instrucción militar acelerada. “El entrenamiento fue intenso. Nos prepararon para sobrevivir en combate. No fue un juego, ni un simulacro”, relataba.
También contaba que antes de viajar se había entrenado por su cuenta durante meses y se había documentado a fondo sobre el conflicto. “Yo sabía a lo que venía. No me movió el dinero, ni la fama. Me movió la idea de hacer algo que sentía justo”. "Acá se vive otra realidad, y yo estoy enfocado en lo que vine a hacer. No vine a hacerme el héroe, vine a cumplir un propósito".
En su relato también mencionaba a su familia, el dolor de la despedida y las videollamadas que mantenía con sus seres queridos desde el frente. “Ellos me apoyan porque saben que esto es lo que quiero. No fue fácil para nadie”.
El caso de Emanuel trascendió a nivel local y nacional por tratarse de uno de los pocos argentinos que, sin vínculos previos con Ucrania, había decidido viajar como voluntario a la guerra. Su historia conmovió por la mezcla de idealismo, convicción y crudeza de su elección.
Hoy su nombre vuelve a ser noticia por su muerte en combate. Su historia queda como testimonio de una decisión de vida —y de muerte— marcada por la búsqueda de sentido en medio del horror de la guerra.
Fuente: ADN