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Carta abierta de una referente del ciclismo cordillerano

Clara Moreno, de Trevelin, destacó que muchos andan en bicicleta por cuestiones de salud

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Todos la conocen. Saben que ellos viven arriba de una bicicleta, me refiero a ella y a su marido, otro gran amigo que nos regala el deporte, como lo es Ronald Davies.

 

En verdad no nos imaginamos a ellos sin la bicicleta, es como imaginar a Maradona sin la pelota o a Sergio Trecamán, sin las montañas.

 

Es difícil imaginar la situación de ellos sin el ruido del pedaleo, tanto como no poder imaginar a Quinquela Martín, sin sus colores o a “Lalo” Ríos sin su boina y alpargatas.

 

Por eso es difícil entender esta cuarentena, más cuando sabemos que nada será igual que antes. Por más que ese bicho raro e inmundo no aparezca por la Cordillera.

 

El andar en bicicleta es el remedio para la enfermedad, es la posibilidad de volar y ser libre.

 

No nos imaginamos a Clara Moreno y a su compañero de vida, Ronald Davies, solo mirando Netflix encerrados en Trevelin. Esa no es vida, no es vida para ellos.

 

Tanto Clara como Ronald, tienen más kilómetros pedaleados que horas vividas y eso que los dos ya superaron los 50 años. Por eso es difícil asumir esta situación de estar dos meses tomando mate y limpiando el cuadro de la bici, para cuando esta pandemia termine.

 

Y Clara Moreno utilizó su cuenta de Facebook para expresar lo que siente, una carta abierta “solo a quien le importe”.

 

“Soy una persona la cual por años los que me conocen saben que fui organizadora y coordinadora de eventos los cuales tenga que ver con el Ciclismo de Montaña o Mountain Bike, acá en Trevelin y en la región. Por años mi vida fue un compromiso de estar al frente, colaborando y apoyando toda esta actividad”.

 

Así arrancó la carta, con los tapones de punta. Mostrando credenciales, de fuertes compromisos por la actividad ciclística y por los vecinos.

 

“Aparte práctico el deporte y con relación a esto soy cicloviajera, uso la bicicleta con alforjas para viajar (NDR: “yo quiero hacer lo mismo”).

 

Tengo 53 años (NDR: la misma edad que tengo yo) y por mi salud necesito hacer actividad física, esto es algo así como mi carta de presentación”.

 

“Bien. Nadie esté exento de lo que suceda con el Covid 19, como tampoco nadie de los que practicamos deportes estamos en contra de los cuidados que debemos tomar: uso de tapabocas, distancia, no salir en grupo, a lo sumo dos y distantes por una cuestión de seguridad, que también hoy es otro tema, pero que no viene al caso”.

 

 

UNA CARTA DE REPUDIO Y DECENAS DE PREGUNTAS

 

Clara ya mostró sus credenciales y señaló que nadie está exento de que nos pique ese bicho del coronavirus. También habló de los cuidados que tienen (y deberán tener) los ciclistas. Con esto ya entró en calor. Ahora Clara, con su carta, empieza a pedalear fuerte.

 

“Yo hoy tomé la decisión de escribir esta carta en repudio a la negación de exceptuar el ciclismo de ruta y montaña por no sé qué motivos. Los ciclistas nos sentimos los nuevos delincuentes, no podemos salir a realizar la actividad, por razones que todos nosotros desconocemos. ¿Cuáles son los miedos? ¿Cuál es el motivo? ¿A quiénes perjudicamos? ¿Cuál es el daño que le hacemos a un tercero?”

 

“Si nuestras salidas en la mayoría son individuales, donde muchas veces ni nos saludamos, cada uno en lo de uno. No tocamos ni estamos en contacto con nada, ni siquiera ponemos en riesgo ni a los nuestros. En el aire no está el virus. Nuestras bicis no las toca nadie. ¿Cuál es el riesgo? ¿Alguien me lo puede decir?”

 

“¿No es más riesgoso, hacer compras, ir a un banco o ir a un súper? ¿Quienes toman la decisión de las normas y reglas acerca de esta pandemia? ¿En que se basan al tomar la decisión de no permitir las salidas a pedalear? Espero alguien sepa entendernos… y que nos escuchen”.

 

“Ya llevamos mucho tiempo al cuál respetamos y acatamos las normas... Acá en Trevelin, como en la Cordillera no hay un contagio masivo como para seguir cortándonos las piernas. Así nos sentimos hoy: sentimos que nos cortaron las piernas”.

 

 

ANTES NADIE RESPETABA EL 1.5 METRO

 

Es increíble como la Pandemia nos enseña muchas cosas. Cuantas veces los ciclistas pedían, cuando iban por la ruta, que los automovilistas pasaran a no menos de un metro y medio de distancia. Y como en la Ley de la Selva, siempre se imponía el más fuerte. Ahora con la Pandemia, cuando vamos al Super, esquivamos a las personas. ¿Qué increíble, no?

 

 

El afiche que sigue a continuación fue diseñado por el Club Andino Bariloche, seguramente en la región cordillerana del Chubut habrá que armar uno igual.

 

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