01 de Septiembre de 2020
deportes |

Pablo Guzmán ya está en casa

El central, quien jugó en Chipre, buscará ahora dejar una huella en el vóley argentino

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Ya está en casa, mimado por sus padres y por sus hermanos. Era lo que le faltaba a Pablo Guzmán en este tiempo de pandemia cuando quedó varado en la isla de Chipre.

 

El primer viernes de marzo, a dos horas de jugar un partido como visitante, el manager del equipo de Nea Salamina (equipo en el que jugó Pablo) les informó al plantel que la fecha estaba suspendida, que el coronavirus pegaba fuerte en la isla de Chipre y, al igual que acá, tomaron la decisión de cerrar todo, tanto el puerto como el aeropuerto y cada uno a su casa.

 

Pasaron las semanas y pasaron los meses y nada hacía prever que el vóley iba a continuar en la isla de Chipre y, después de un tiempo prolongado, llegó el momento de pegar la vuelta.

 

Hace cinco días que está en Esquel y desde ese tiempo y por diez días más deberá hacer cuarentena en su domicilio, junto a su familia, quienes lo habían ido a buscar a Ezeiza.

 

Pablo Guzmán cree que su futuro en lo inmediato está en la Argentina.

 

“Siempre tuve el deseo de ser un profesional, ciento por ciento en el voley y que los entrenamientos sean tan exigentes como los partidos mismos”, destacó el central a este medio.

 

 

-¿Cómo surgió lo del regreso a Esquel?

 

- Después de cuatro meses de espera, tuvimos la posibilidad volver con mi pareja y contento de estar en casa, de poder disfrutar del frio y la montaña y tengo mucha alegría de estar nuevamente en mi lugar y con mi gente.

 

 

-¿Estás haciendo solo la cuarentena? ¿Pudiste ver a tus padres?

 

- Si. Los pude ver porque cuando planeamos la idea de volver, ellos nos fueron a buscar a Ezeiza y venir directamente a Esquel. No estuvimos más de una hora en Buenos Aires y ahora estamos haciendo la cuarentena en familia.

 

 

-¿Qué aprendiste de Chipre?

 

-A soportar el calor, mucho calor, he estado en lugares caluroso, pero como en ese lugar, sin nube, sin viento, ni lluvia, te aseguro que no. Y en invierno, no hacía menos de 10 grados. Es cierto que estuvimos en lugares maravillosos. Chipre es una isla no muy grande, yo te diría bastante más chica que la provincia del Chubut, con apenas cuatro ciudades no muy grandes, pero los paisajes son bellísimos, donde además de jugar al vóley pude conocer mucho ese país, con mi pareja recorrimos bastante.

 

 

En la liga de Chipre los partidos solo se jugaban los días viernes. De lunes a jueves eran los días de entrenamiento, en tanto sábado y domingo tenían los días libres para recorrer ese bellísimo país.

 

“El campeonato terminó de manera abrupta donde habíamos podido llegar a la final de la Copa, pero cuando estábamos llegando a las finales de la Liga suspendieron todo”.

 

No se sabía si el torneo iba a retomar en algún momento. Cancelaron la Liga, hubo varios contagiados y pocos muertos y en ese mismo momento, en Chipre, decidieron cerrar todo.

 

“Los primeros dos meses no pudimos ni siquiera salir de casa, pero se controló mucho el virus. Nosotros queríamos volver pero no había manera y tratamos de pensar en cosas positivas para no entrar en la locura de querer llegar a casa”.

 

 

-¿Qué tal la organización de la dirigencia del Nea Salamina?

 

-La organización fue bastante buena. Hubo algunos detalles que se podían haber mejorado, pero en todos los clubes pasa. No en todos lados tenés el cien por ciento de lo que vos querés, pero ellos siempre fueron muy amables con nosotros, sobre todo cuando arrancó la pandemia, porque en todo momento estuvieron en contacto con nosotros.

 

 

-¿Vas a volver a jugar en Chipre?

 

-No lo sé todavía, en verdad no lo sí. Mi idea es jugar acá en la Argentina. Después de estas dos experiencia en el exterior que fueron en equipos de mitad de tabla, recibí un llamado para jugar en uno de los mejores equipos de la Argentina (NDR: por pedido de Pablo Guzmán, no vamos a revelar el nombre del club) y volver a entrenar al máximo nivel que es lo que siempre busqué.

 

Claro que la pandemia está pegando fuerte en el país, y su posible arreglo con este club tiene que ver con los tiempos que se manejan ahora, que son bastante incierto en esto del regreso del vóley.

 

“De no poder jugar al vóley en los próximos meses por el tema de la pandemia, voy a tener que conseguir un laburo, porque de algo tengo que vivir”, remarcó.

 

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