Pablo Vega es un joven oriundo de la localidad de El Maitén. Hace un tiempo, recibió una beca de Cáritas Prelatura Esquel para continuar con sus estudios. Hoy por hoy, retribuyó todo ese apoyo para construir viviendas refugio en la zona afectada por los incendios en la Comarca Andina.
"El proyecto inició desde Cáritas, gracias a la directora. Ella me contactó para que la pueda ayudar a armar un proyecto de viviendas "refugio", comenzó explicando Pablo. A su vez comentó que debía ayudar a hacer un diseño de una vivienda tipo, con más de dos ambientes: baño, cocina y una habitación.
En ese marco, recalcó que el proyecto es de un alcance solidario, "con ventajas de hacer una vivienda lo más rápido posible. Un buen tramo que sea cómodo, y a su vez accesible".
También manifestó que quería hacer una vivienda lo más térmica posible, por lo que pensó en varios aspectos para llevar la obra, que sea fácil de llevar y manipular. Siempre teniendo en cuenta de la época que se vive actualmente, donde hay humedad, frio y en unas semanas llegará la nieve.
El objetivo del proyecto es cumplir con 10 viviendas para los afectados. "Son más, pero queremos alcanzar al menos un mínimo. Después veremos, siempre y cuando los fondos, donaciones y el movimiento que se realice sea el óptimo" , sostuvo Pablo.
A su vez, explicó que la vivienda de cada afectado será en tres tramos:
- Primero, hacer una colocación de pilotes.
- La segunda parte, es llevar un despiece de todos los paneles de la vivienda. Llegar a la altura del techo, con la cubierta terminada y todo panelizado.
- La tercera instancia, sería hacer un revestimiento interior y darle una finalización.
"Hoy terminamos las primeras cuatro viviendas, y mañana ya empezamos con el corte mecánico de las próximas"
Sus comienzos
En el 2012 Pablo decidió ir a estudiar a Esquel. En su momento, "tenía un pensamiento algo brusco con contar con una beca nacional desde el estado. Estaban cediendo becas, y por motivos de desorganización, nunca pude recibir una para el estudio de la tecnicatura que quería realizar", indicó.
Mientras cursaba el primer año de la carrera de construcciones, se anotó a una beca dentro de Cáritas, donde los estudiantes la recibían y debían hacer una contraprestación en un barrio que le designen. Por suerte, Pablo la pudo recibir.
Su historia con Cáritas, data desde hace tiempo, ya que nos explicó que sus padres siempre aportaron con ellos desde El Maitén. Esa primera beca que recibió Pablo, lo ayudó para terminar sus estudios, y cuando estaba por terminar la carrera en 2015, abrió una oferta de trabajo personal.
Tiempo después, se recibió como técnico de construcciones en maderas. También cuenta con otros cursos, como construcción en seco, carpintería de banco y talleres con respecto a la madera.
"Soy un enamorado de este rubro"
Al ser chico El Maitén, siempre tuvo acceso para trabajar y en 2016 comenzó a hacer construcciones en seco, ampliación y terminaba viviendas.
Su llegada a la Comarca y su aporte solidario
"En el momento de que llegué a Lago Puelo, fui pasando por los lugares donde íbamos a hacer las viviendas. Una cosa es ver la foto, y otra cosa es ir personalmente a cada terreno"
Pablo, con su voz quebrada, explicó que "escuchar a los dueños con voz quebrada, de cansancio, una voz de perdí todo", es muy fuerte.
A medida que recorría cada lugar, los vecinos mostraron sus ollas quemadas, ruedas, mampostería, el piso que quedó como cenizas.
"Es muy fuerte, algo difícil de no poder soñarlo".
Carlos, referente de Cáritas del lugar, estuvo desde el principio. Por su parte, cuando llegó Pablo, contó que le costó mucho. "Veía fotos, pero estar ahí, ver cómo se quemó todo... es muy feo. Las cocinas de leña, parecen latas de sardinas".
Escuchando los relatos, especialmente uno de una persona de 86 años años de edad, no se aguantó las lágrimas y no podía entender lo que pasó.
"Escuchar el esfuerzo que hayan realizado, y que quedó sin nada, además de recorrer los callejones, casas quemadas. El fuego jugó, ya que agarraba tres viviendas, las quemaba completo, a la tercera dejaba intacta. En otros barrios, habían casas quemadas, otras no. Es un impacto, que no me deja de sorprender"
Empezar a construir
Con su compañero, Juan Tolosa, comenzaron manos a la obra.
Primero terminaron cuatro viviendas, y fue algo que lo hicieron casi de manera inmediata.
"Cuando construimos las primeras viviendas, fuimos con el camión del ejército y pusimos los dos camiones para descargar el despiece de maderas. Las personas mismas decían: ¿Van a empezar ahora? y nosotros dijimos: sí"
En un principio realizaron hasta los huecos para hacer la instalación eléctrica. En ese instante, una pareja les dijo que ellos estuvieron tres años para hacer su casa, y les mostró su casa quemada.
"Son las cosas que uno adquiere por conocimiento, y a su vez ver la facilidad y entrar en un proyecto donde justamente tenemos que trabajar de forma urgente, te motiva"
En ese contexto, Pablo recalcó que son viviendas "refugio", con cocina, pieza y baño. Las familias estaban sorprendidas por ver la rapidez.
"Hicimos dos casas en días"
Empiezan a las 9 de la mañana a cortar madera, comienzan a empotrar y a las seis de la tarde, cuando no hay más luz, guardan todo y se vuelven.
Su emprendimiento
Actualmente Pablo tiene su lugar, llamado "Oregón: Construcciones livianas y carpintería profesional". Nos contó que es propietario del emprendimiento desde el 2014, pensando: ¿Qué voy a hacer cuando me reciba?.
Emocionado, ya quería mostrar lo que hacía, su pasión. " Ya que cuando a uno le gusta la madera, tiene afición", exclamó.
Por último, dijo que si bien tuvo golpes bajos, seguirá con su "hobbie", la carpintería y aportar su grano de arena para cada persona que lo necesite.
Indudablemente, un ejemplo para tener en cuenta, en estos momentos tan difíciles que vive la Comarca.