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Renunció Javier Esponda y el Judo de Esquel navega a la deriva

Adujo “motivos personales” el destrato hacia Jorge Heitzmann fue la frutilla del postre

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Cansado de la burocracia y del ninguneo. Más cansado aún del destrato y la falta de respeto para con los adultos mayores.

 

El profesor Javier Esponda presentó su renuncia a las horas cátedra que tenía dentro de la Secretaría de Deportes de Esquel para la enseñanza del Judo.

 

 

La nota, fechada el día 14 de marzo, solo aduce “cuestiones personales”, pero ante la consulta de porque dejaba una actividad por la cual tanto ama y cuyas respuestas eran evidentes, Esponda destacó lo siguiente.

 

“Me voy por la falta de apoyo a mis pedidos para el desarrollo del deporte. Me voy por la falta de respeto hacia la figura del Sensei Jorge Heitzmann y me voy por la falta de proyección a futuro que plantea esta administración que no permite ver más allá del aquí y ahora”.

 

Esponda remarcó que “en esas condiciones no se puede desarrollar un deporte. No se puede ampliar la base deportiva con deseos y buenas intenciones, se amplía con promoción de la actividad, ganando campeonatos y difundiendo el deporte sin restricciones que sin sentido están poniendo esta gestión”, aseguró además.

 

 

Hay que saber que el Judo tiene una semejanza con el buen vino, cuanto más añejo mejor. Y tener un cinturón negro y recibir luego nominaciones de danes, es de mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y compromiso, valores que ha enseñado (y ojalá lo siga haciendo) el Sensei Jorge Heitzmann (y me saco el sombrero cuando escribo de sobre él).

 

“No quieren mayores de edad en las escuelas Deportivas, como una especie de secundario deportivo”, destacó risueñamente.

 

“El municipio no quieren aceptar mayores de edad en las escuelas deportivas, ni como entrenador ni como alumnos”, aunque remarcó que tanto Heitzmann o “el Negro” Sosa (otro caso emblemático de ninguneo), “si quieren dar clase siendo mayores mayores de edad deberán hacerlo buscando el aval de una sede barrial o un club”.

 

“La burocracia no es lo mío Chavo”, señaló a este medio “y está administración deportiva se ha vuelto muy burocrática”.

 

 

En la ciudad de Esquel, dentro del ámbito de la órbita municipal, no se permite el ingreso y la práctica conjunta con judokas de mayor edad, experiencia y conocimiento.

 

“He pedido en repetidas oportunidades que esto debe ser revisado, sin encontrar respuestas positivas”.

 

“Todos los judokas conocemos, cómo se hace en la gran mayoría de los dojos del país y del mundo, dónde es importante la práctica conjunta de edades, cuando los jóvenes entran en la adolescencia; en una comunidad pequeña, cada judoka es importante para que crezca la actividad”, sentenció además.

 

Esponda también destacó que “el aumento de la base de la pirámide deportiva se logra con publicidad, difusión y también se logra con la victoria en campeonatos nacionales, olimpiadas y trayendo al pueblo medallas de los Campeonatos, como lo hicimos allá por la era Heitzmann, dónde fue tal la magnitud de los logros que luego de traer medallas, teníamos a 7 y 8 nuevos practicantes (sin distinguir edades y género) y hasta desde Chubut deportes y la Federación Chubutense de Judo tuvieron que gestionar el Tatami para la zona cordillerana y específicamente para Esquel, lo ganamos con nuestro sudor y esfuerzo”. (Nota de la redacción: quien escribe esta nota es testigo presencial de todo esto).

 

 

NO SE METAN CON JORGE HEITZMANN

 

Cuando se le consultó sobre la imposibilidad de que el Senseis Jorge Heitzmann (un referente mundial del Judo y que tenemos la suerte que vive en Esquel), el mismo Javier Esponda, discípulo de él, remarcó con mucha seguridad:

 

“A la gente mayor se la respeta, el Señor Sensei y Maestro Jorge Heitzmann debería ser asesor de consulta obligatoria en cualquier lugar o estructura deportiva que se digne de ser difusor del deporte, el Judo y las artes marciales en general”.

 

Amen.

 

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