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06 de Diciembre de 2023
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El último mensaje de uno de los andinistas muertos: “Estoy emprendiendo el viaje”

Era Ignacio Lucero, el guía de montaña. Se lo envío a su esposa. “Siempre nos preparó para su muerte”, dijo la mujer. Tenía 50 años y un hijo de 2. La tragedia fue en Chile.

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Un último mensaje quedó en el teléfono satelital del guía Ignacio Lucero (50), quien murió con otros dos amigos pampeanos en el intento de ascenso al volcán Marmolejo (6.108 msnm) de la Cordillera de los Andes, en el límite entre Chile y Argentina, a la altura del Valle de Uco mendocino.

 

“Estoy emprendiendo mi viaje”, escribió el experimentado andinista pocos minutos antes de morir, posiblemente congelado, cuando intentaba el ascenso a la cumbre, en medio de un temporal de viento y polvo blanco, a 5.800 metros de altura .

 

Para su pareja, María Fernanda Martínez Thierry, el mensaje hace referencia al vuelo final, a salir del plano terrenal. “Nacho siempre me decía que quería volar, amaba su trabajo en las cumbres, aunque cada vez le costaba más irse de casa porque extrañaba a Salvi”, dice la mujer.

 

Salvi es Salvador, el pequeño de 2 años, hijo de Ignacio y Fernanda. “Nacho nos preparó para su muerte. Nos enseñó a no tener miedo, a ser libres, a cumplir sueños”, comenta Fernanda, quien el domingo por la noche decidió viajar a Chile, en pleno operativo de búsqueda.

 

Fernanda cuenta que Salvi reza por las noches la oración al Ángel de la Guarda, que ella le enseñó poco antes de que su papá emprendiera el último viaje a la Cordillera. “Es la manera que el nene siente que está cerca de su papá”, dice esta joven, que trabaja como asistente de una clínica odontológica en Mendoza.

 

La pareja del guía habló con Clarín, mientras espera al pie de la montaña que – posiblemente mañana miércoles– el equipo de rescate de Carabineros descienda el cuerpo de Ignacio y de los otros dos expedicionarios, el intendente de la localidad pampeana de General San Martín, Raúl Espir, y del escribano Sergio Berardo.

 

Los tres argentinos y dos chilenos, Mauricio Montero y Pablo Buchbinder, llevaban meses planeando esta expedición a la cumbre del Marmolejo.

 

El 22 de noviembre, Lucero, Espir y Berardo, se encontraron en el complejo de montana Los Penitentes, en la cordillera mendocina y a 30 kilómetros de la frontera con Chile.

 

Allí los pampeanos dejaron su camioneta, y los tres subieron a la camioneta del guía mendocino para trasladarse hasta las proximidades del cerro Marmolejo, ubicado al final del Cajón del Maipo, un valle entre caminos mineros, a dos horas en auto de la ciudad de Santiago de Chile.

 

Otros guías que han ascendido el Marmolejo, dicen que antes de alcanzar la cumbre hay que atravesar unos tres kilómetros de glaciar, que tiene grietas y requiere de ir encordado. El riesgo de la cuerda es que si uno cae los otros compañeros pueden ser arrastrados.

 

Hasta ahora la del accidente era la principal hipótesis. Pero aún no está claro cómo murieron los andinistas y eso se sabrá recién cuando se lleven a cabo los exámenes de autopsia. Otra posibilidad que cobró fuerza en las últimas horas es que pueden haber muerto por el viento frío, lo que coincide con el relato del piloto del helicóptero que divisó los cuerpos: “Los tres escaladores estaban boca arriba y separados entre sí, en una zona plana donde ya no iban amarrados a la cuerda", dijo.

 

La tragedia

 

El pasado miércoles 29 de noviembre, cuando el guía mendocino y los dos pampeanos perdieron toda conexión, acababan de bajar los otros dos compañeros que desistieron del camino a la cumbre.

 

Los chilenos Montero y Buchbinder decidieron no continuar con el ascenso y regresar cuando se encontraban a 3.000 msnm, por la bravura de las condiciones del tiempo.

 

Luego, fueron estos amigos quienes avisaron de la emergencia al cuerpo de rescate de Carabineros y quienes financiaron el primer día de búsqueda en helicópteros, hasta que intervinieron en el rescate los gobiernos de Argentina y Chile.

 

Fuente: Clarin

 

 

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