02 de Abril de 2023
sociedad |

Darío Volonté, de Malvinas a un cambio espiritual

Darío Volonté es un tenor lírico de actuación internacional, que participó en la Guerra de Malvinas. Habla de su forma de ver la vida y cómo pudo sobrellevar la posguerra con una visión positiva y espiritual, transmiténdoselo a su público. 

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El 2 de abril es un día de profunda tristeza y reflexión en Argentina. Es un día en el que recordamos a nuestros valientes soldados que lucharon y perdieron la vida en la Guerra de las Malvinas en 1982. En este día, rendimos homenaje a todos los caídos en la Guerra de las Malvinas y honramos su legado con nuestra memoria y nuestro compromiso de seguir luchando por la justicia y la soberanía de nuestras islas.

 

Para Darío, el 2 de abril, significa como el 2 de mayo, el día que hunden al Crucero Belgrano. Tomando a éste último como un segundo nacimiento, como un segundo cumpleaños. El 2 de abril inicia la guerra, pero yo fui al Crucero Belgrano unos días después. "El 2 de mayo lo considero como un segundo renacer, y para la patria el inicio de un ciclo que terminó con la cuestión de las interrupciones institucionales a través de gobiernos de facto. Pienso que institucionalmente el 2 de abril representa eso: la toma de conciencia de arreglarnos como sociedad idas y vueltas, con divisiones, con antagonismos como tenemos desde el principio de nuestra historia, pero arreglándonos siempre dentro del marco de la institucionalidad, de las elecciones y de elegir a nuestros representantes, que puedan resolver los temas y que los podamos resolver como sociedad lo mejor que podamos. Eso representa en el sentido personal e institucional  lo que es el 2 de abril y el 2 de mayo también".

 

 

No considera que se deben llamar Islas Malvinas, ya que una isla es algo aislado, que está lejos, para él es la provincia de Malvinas, para que se genere conciencia de la ocupación por parte de los británicos, para tener el tema presente y reclamar por nuestra soberanía de manera más latente, más fuerte. 

 

Como la Argentina, para mí en los últimos años es la Madre Patria Argentina, porque el sistema político puede ser una república, una confederación, una asociación federal, pueden ser mil cosas, pero a nivel léxico me gusta llamarla Madre Patria Argentina y la provincia de Malvinas. 

 

 

En 1981 era Cabo 2° maquinista, egresado de la Escuela de Mecánica de la Armada, un recién egresado, destinado a la Fragata Libertad. Sin embargo, un lunes ve su nombre en una lista donde decía ´preparar el bolso naval y aprestarse para viajar a Puerto Belgrano'. Y allí fue como refuerzo junto con electricistas y maquinistas y caldereros, que era su especialidad.

 

 

 

"Lo que recuerdo del hundimiento del Belgrano, de sobrevivir,  es la entrega a la patria. Para mí el Belgrano siempre fue un compañero, un amigo con el que compartimos el mar, un amigo con el que enfrentamos al enemigo y que le tocó partir en ese momento. No tuve la oportunidad de ver el hundimiento, pero sí compañeros míos. Sentí las explosiones, los hierros calientes que al mezclarse con el agua helada provocó ruidos y 'lamentos' de los hierros, que era el lenguaje del barco al hundirse. Para mí fue un veterano más que quedó ahí en el lecho del mar, junto con mis compañeros.

 

 

La posguerra la vive como un renacer, como una segunda oportunidad que le dio la vida, "como un mojón que uno dejó atrás" y mirar hacia adelante con optimismo y con ganas de vivir la vida. Trata de trasladar lo que vivió en el Genera Belgrano al momento de paz y tranquilidad actual.

 

 

"La posguerra fue una posibilidad de encarar la vida y de acentuar lo espiritual, que es lo mismo que la vida material, lo mismo que la vida emocional. Me dio la posibilidad de juntar todo eso y todo lo que siempre me había interesado, que era lo más allá del bien y del mal, como se dice en la mística y en la iniciación. Y justamente de una guerra, que es una situación extrema, me hizo vivir la posguerra continuando con mi vida y mirando siempre para adelante con optimismo, mirando mi propia vida y deseando que la sociedad tenga como mojón el tema de la Guerra de Malvinas, para que se puedan solucionar los problemas que se nos presentan como toda sociedad", expresó.

 

 

A través del canto y de la música, vive la posguerra de una manera muy distinta a muchos veteranos que sufren secuelas y situaciones difíciles de sobrellevar, ya que "como toda actividad que mezcla lo físico, lo mental, lo espiritual para cantar, incluso hay estudios científicos que dicen que se presta tal atención a nivel cerebral y emocional que no existe otra cosa al momento de cantar, justamente por todo lo que está involucrado. Entonces, al buscar esa forma de arte, buscando situaciones que se pueden presentar complejas o difíciles, en el transcurso de una vida común y corriente, justamente ayuda a sobrevolar ciertos temas o a pasarlos de manera alta, más liviana, porque uno al tocar ciertos temas del alma humana con lo que canta, también le puede encontrar sentido y respuesta a cosas que a uno le suceden".

 

 

Había empezado a cantar y tomar conciencia de su voz a los 17 años, cuando se probó para entrar en el coro de la iglesia. Desde chico, la música fue ocupando un lugar importante en su vida, escuchaba a los Panchos, a Maure, Gardel, Corsini, los Beatles, los Rolling Stones. 

 

Y agregó que comenzó "en una iglesia cristiana, no católica, después seguí caminos espirituales más ligados a oriente, al zen, a la profundidad espiritual del taoísmo y del budismo, y de todo lo que habla de Oriente como fuente inspiradora de donde todos salimos y todos vamos y todos volvemos a salir, de acuerdo al camino que nos toca seguir por delante en nuestra existencia universal".

 

 

 

Es reconocido a nivel nacional e internacional como cantante lírico, lo que le permitió viajar por el mundo, probar otros formatos musicales. Considera que "la música ayudó en mi vida, y lo que me tocó vivir dentro de la guerra también contribuyó a la música desde el punto de vista humano, espiritual, emocional, para entender el alma humana también más a fondo y entender todos los roles que me han tocado por fortuna interpretar". Relaciona su actuación con la cuestión patriótica, por ejemplo, al cantar Aurora en el Teatro Colón. 

 

"Entonces, la música se metió en Malvinas y Malvinas se metió en la música, yo diría. Es como un ida y vuelta que se metió en mi vida. Me ha permitido ir por muchos lados, pero muchas veces la concentración y soledad que eso requiere, el cuidado que requiere y eso también ayudó a mi vida espiritual. Cuando me preguntan si soy un veterano que canta o un cantante que le tocó ir a Malvinas, pienso que soy las dos cosas",aseguró.

 

 

Toma conciencia de que genera efectos en la gente al cantar, entonces quiere utilizar su talento y su don con fines positivos, que le llegue a los que lo escuchan y que cuando alguien salga, sea de forma diferente de cuando entró. Porque el canto genera muchas y diversas emociones, "hay gente que llora, que se emociona, que grita, que patalea, que aplaude". Es decir, utiliza el arte como una herramienta para transformar a la gente, que permita reflexionar.

 

"Cada vez que uno canta algo, cada vez que uno hace algo, y cada vez que uno vive incluso algo en su vida cotidiana sea siempre distinto, deje una enseñanza y deje una profundidad de lo ilusoria que es esta vida y que se puede usar positivamente. Que el canto deje una enseñanza para el público, pero también para uno mismo para poder transmitirla en la actuación siguiente". 

 

 

Le gustaría ser recordado como alguien que tuvo una búsqueda espiritual e intentó comunicársela a sus semejantes, una enseñanza o un camino, con un patriotismo que va más allá del bien y del mal más allá del plano terrenal, que se junta con la vida cotidiana. 

 

 

Como reflexión final, demuestra su deseo y anhelo de pensar a nuestra patria como la Madre Patria Argentina y a Malvinas como la provincia de Malvinas. que se llegue a un acuerdo como sociedad y que tiremos todos para el mismo lado, para contribuir a una patria grande y próspera, donde la gente que vive en ella se sienta feliz y tener una posición importante en el mundo, prosperando como nación y como sociedad. 

 

 "Porque si somos una gran nación, si somos un país próspero, con toda su gente adentro feliz, prosperando y creciendo económicamente en paz y felicidad, es muy probable que la provincia de Malvinas vuelva donde tiene que estar: en nuestra querida República, en nuestra querida Madre Patria Argentina", concluyó.

 

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