Nacido en la humilde localidad de Anillaco el 2 de julio de 1930, Menem demostró desde temprano un espíritu indomable y una vocación por la justicia.
Se graduó como abogado en la Universidad Nacional de Córdoba en 1954, comenzando una destacada labor en defensa de los presos políticos durante la dictadura de Aramburu. Su compromiso con la causa democrática quedó plasmada en 1957 con la fundación de la Juventud Peronista de La Rioja, una semilla que germinaría en un extenso y prolífico servicio público.
En 1973, Menem fue elegido gobernador de La Rioja, un mandato interrumpido abruptamente en 1976 cuando la sombra del golpe militar lo encarceló durante cinco años. Sin embargo, su espíritu inquebrantable no se dejó doblegar. Con la restauración de la democracia en 1983, Menem volvió a ganar las elecciones y retomó su posición como gobernador de La Rioja.
Durante su gobierno, Menem demostró ser un líder formidable, y su visión y habilidades políticas lo llevaron a ser reelegido para un tercer mandato en 1987. Este reconocimiento a nivel provincial se expandió rápidamente a todo el país, y Menem emergió como el candidato más fuerte del peronismo para las elecciones presidenciales de 1989.
En 1988, Menem ganó lo que serían las únicas y últimas elecciones internas del peronismo, y fue elegido candidato a Presidente. Menem no solo aspiraba a ocupar la más alta oficina del país, aspiraba a transformarlo. Y así lo hizo.
El legado de Carlos Saul Menem vive en la historia de Argentina y en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de presenciar su liderazgo. Un líder, un visionario y un transformador.
Asumió la presidencia argentina en uno de los momentos más difíciles de fines del siglo pasado, y logró llevar al país a uno de los periodos de mayor solvencia, estabilidad y crecimiento.
M.C.