Según la investigación, los adolescentes, con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años, sufrieron maltratos físicos y verbales por parte de los empleados del hogar. Estos deberían haber protegido y garantizado el bienestar de los jóvenes, pero, en cambio, los habrían sometido a un trato humillante e incluso violento.
El fiscal González detalló que los empleados del hogar, uno de los cuales era director y los otros dos cumplían funciones de celadores, maltrataron a los adolescentes con palabras despectivas y formas humillantes. Además, se empleó violencia física, como golpes con un trapo de piso y un palo de escoba, y se les negó el acceso al hogar.
Por su parte, las defensas de los imputados niegan los hechos y argumentan que no se podrán probar las conductas endilgadas. Plantean que no hubo malos tratos y sugieren que los testimonios de los adolescentes pueden no ser fiables.
El juicio se inició con planteos técnicos respecto a pruebas como una Cámara Gesell y convenciones probatorias. El tribunal, conformado por tres jueces técnicos y dos ciudadanos seleccionados en una audiencia, seguirá evaluando las pruebas presentadas durante el desarrollo del juicio.
O.P