Una “mechera” coqueta: iba a entregarse para quedar detenida pero antes robó cremas

Una conocida “mechera” intentó robar cremas y pasta dental de una farmacia de Rawson en la misma mañana en que había ordenado su bolso y pertenencias personales para entregarse detenida por la acumulación de hechos similares. La mujer fue sorprendida por el dueño de la farmacia mientras se aprovisionaba para contar con esos elementos durante el mes que deberá permanecer en prisión. Se trata de Jésica Sequira, madre de cuatro hijos, con domicilio en Rawson y con numerosos delitos de hurtos en locales comerciales de la zona, según informó la fiscalía de la ciudad capital.

Cuando se dirigía a la Oficina Judicial junto a un hombre para entregarse a la Justicia por decisión de la jueza Eve Ponce, Sequeira ingresó a la farmacia “Autofarma”. Fue vista por las cámaras de seguridad, por el dueño del local, mientras la mujer disimuladamente observaba el movimiento de los empleados. Esa actitud hizo sospechar al comerciante que cerró la puerta de la farmacia, antes que la mujer introdujera entre sus ropas seis cremas en pequeños envases de lata, cuatro pastas dentales y cuatro cepillos de dientes.

El dueño del local llamó a la Policía. Al quedar encerrada, Sequeira se deshizo de los elementos robados, pero igualmente fue detenida. Por este hecho se le abrió una nueva causa, imputada del delito de “hurto tentado”.

La semana pasada, la misma jueza Ponce le había impuesto una pena de un mes de prisión efectiva por la acumulación de hechos similares, tras el robo de perfumes, junto a su hermana Gladys, en la farmacia “Patagonia”, también de Rawson.  Sequeira se notificó de la resolución judicial por esta detención, el viernes último.

Pero este lunes, con su bolso ya listo para pasar un mes detenida en el pabellón de mujeres del Instituto Penitenciario Provincial, a las 11 de la mañana, una vez más fue protagonista de otro ilícito.

En la audiencia de control de detención realizada por el “hurto tentado” en la farmacia “Autofarma”, se enojó con la jueza Ponce porque la magistrada no la autorizó a que pase a su casa a bañarse, antes de ser llevada a la Alcaidía. Tuvo además palabras inapropiadas contra la jueza, a pesar de que su abogado defensor Omar López le había aconsejado no hablar