La ministra de Producción, Laura Mirantes, expresó su asombro y preocupación tras conocer la noticia de que Brasil podrá exportar carne con hueso a la Argentina, incluido el mercado de la Patagonia, a partir del 1 de abril. La modificación de las condiciones sanitarias, que permite este ingreso, se oficializó este miércoles, y la noticia causa inquietud en los productores locales.
Mirantes remarcó que, a tan solo dos semanas de una reunión con funcionarios nacionales, donde se discutió el tema de la barrera fitosanitaria y se había acordado mantenerla, el cambio de postura fue inesperado y difícil de entender. "Quedamos todos muy asombrados", expresó, al referirse a la sorpresiva noticia que fue publicada en un portal oficial del gobierno nacional.
En la reunión del 25 de febrero, donde participó el presidente de Senasa, Pablo Cortés, se había discutido de manera directa la importancia de mantener la barrera sanitaria para proteger la producción local. Según Mirantes, la flexibilización de esta medida sería "contraproducente" para los productores de la Patagonia.
Falta de claridad sobre la implementación
La ministra subrayó que la información difundida no aclaró cómo se implementará la medida, lo que genera desconcierto entre los productores patagónicos. En particular, remarcó la falta de especificidad sobre el proceso para la entrada de carne desde Brasil y las implicancias de la decisión, sobre todo en términos de competitividad y precios.
Aunque se garantizó que las provincias patagónicas, como Chubut, seguirán manteniendo el estatus de libre de fiebre aftosa, el ingreso de carne con hueso podría tener un impacto negativo en el mercado local, especialmente en cuanto a costos y competitividad.
Mirantes explicó que, si bien la diferencia de precios por kilo de carne no sería significativa, los costos de flete elevarían el precio final, complicando aún más la competitividad de los productores patagónicos.
Impacto en la producción local
Las federaciones rurales, que ya expresaron su preocupación por esta decisión, también están evaluando la posibilidad de presentar un amparo judicial para frenar la medida. Mirantes mencionó que las provincias de Santa Cruz y Neuquén también comparten estas preocupaciones, mientras que en otras provincias, como La Pampa, el ingreso de carne brasileña es visto como una oportunidad.
La ministra señaló que, aunque la carne proveniente de Brasil podría no afectar de manera inmediata los precios del mercado local, el riesgo está en la capacidad de producción de las provincias patagónicas en comparación con los grandes volúmenes que Brasil podría introducir al mercado. Esto podría poner a los productores de la región en una posición desfavorable frente a las grandes producciones de carne que manejan otras zonas del país y de Brasil.
Mirantes también remarcó la importancia de mantener un diálogo fluido con las autoridades nacionales para analizar los posibles impactos de esta medida en el sector agroalimentario patagónico. La funcionaria provincial señaló que el gobernador de Chubut está al tanto de la situación, e indicó que es fundamental tomar decisiones de manera conjunta con las demás provincias patagónicas y con las federaciones rurales para proteger los intereses de los productores locales.
O.P