La Cámara de Diputados de Argentina se prepara para un importante debate el próximo 2 de julio, donde se discutirá un proyecto de ley que propone atrasar los relojes una hora y retornar al huso horario histórico (UTC -4), abandonado en 2007.
La iniciativa, que ha ganado impulso en el contexto actual, se fundamenta en varios puntos clave. Uno de los principales argumentos es el ahorro energético, buscando un mejor aprovechamiento de la luz solar para reducir el consumo eléctrico. Esta propuesta se enmarca en un contexto global de crisis energética, exacerbada por la guerra en Ucrania y los precios récord de los combustibles. Además, cuenta con el aval científico de un estudio realizado por el CONICET Mendoza, a cargo de la Dra. Andrea Pattini.
Históricamente, Argentina mantuvo el UTC -4 como su horario original entre 1920 y 1969. Posteriormente, en 1974, se implementó un adelanto a UTC -2 durante el verano. Finalmente, en 2007, se fijó el UTC -3, que es el horario vigente en la actualidad.
El impacto de esta potencial medida en la vida cotidiana de los argentinos sería significativo. Un retorno al UTC -4 implicaría un amanecer más temprano, con luz natural desde las 6 de la mañana en invierno. Como contraparte, el atardecer se adelantaría, anocheciendo cerca de las 17:30 horas en el mes de junio.
F.P