Sin embargo, como todo adolescente que comienza a tener conciencia y a reflexionar, esta comunidad ha comenzado a tomar decisiones maduras. La del No a la Mina, por ejemplo, lo es. Más allá de que internamente existan algunas contradicciones. Más allá de que habrá quienes, con todo derecho a disentir, crean que es un error esa decisión. Es una decisión madura, reflexionada. Que genera y generará efectos por siempre sobre la realidad social, ambiental y económica de la ciudad. Esquel lo sabe. Y se hace cargo de ello.
De la misma manera habrá quienes crean que es un acierto o un error que se haya votado a lo largo de la historia democrática reciente a uno u otro intendente. O que se haya permitido que cierta clase conservadora y retrógrada sea la que haya logrado supremacía a la hora de establecer el perfil social.
Pero esa adolescencia está quedando atrás. De hecho, cada vez alcanza menos lo que le corresponde como parte de la familia Chubut. Y las necesidades, como las de todo adolescente que comienza a caminar su edad madura, van en incremento.
Por ello, es hora Esquel. Es hora de tomar decisiones de fondo que permitan ratificar aquellas que se tomaron en los albores de la adolescencia y que dejaron en claro que es lo que no se quiere ser, pero que no terminaron de resolver que se quiere ser.
El sustento diario es necesario comenzar a producirlo. Aunque, una vez más, aparezcan quienes no estén de acuerdo con lo que se decida. Hay que tomar decisiones y poner manos a la obra para concretar lo que se establezca como caminos a recorrer y metas a alcanzar. Aunque no se llegue al final. De hecho, es de esperar que nunca se llegue a un final, sino ir cumpliendo esas metas para que se conviertan en nuevos puntos de partidas. No existe otra manera de que este adulto pueda realizarse.
¿Se necesita un status político y administrativo distinto? Pues a trabajar en lograr una Carta Orgánica, mejorando el proyecto que ya existe o iniciando un nuevo proyecto.
¿Se necesita un nuevo Esquel SEAS? Material humano para desarrollarlo hay de sobra.
Lo que no se puede hacer es quedarse en la elección de la carrera. Porque de tanto perder valioso tiempo en la labor de elegir, se van a perder las fuerzas de las jóvenes generaciones, aquellas que siempre tienen el deseo y la capacidad de transformar la realidad.
Y se terminará viviendo de alguna changa pasajera o de la limosna del resto de la familia.
Y eso no sería digno de la comunidad que Esquel dice ser.
Feliz y próspero cumpleaños Esquel.