Cañumir: "Ni la pena máxima va a calmar mi dolor, lo que tengo va a morir conmigo"

Luis Cañumir fue uno de los policías que participó aquel día en el que Tito Roberts perdió la vida. Este miércoles, participó de la audiencia contra el imputado ya que Cañumir fue baleado en ese episodio.

De todas formas, el policía que no volvió a ejercer, se mostró muy dolido al recordar aquella situación que se dio en marzo de 2009. "Si hace la justicia máxima no va a calmar el dolor, mi día a día. Todo lo que tengo va a morir conmigo. Confío y espero que pase este tiempo. Es muy duro y va a ser duro. La perpetua va a ser un alivio, pero uno va a seguir sufriendo. Las secuelas no se van a ir nunca", relató.

Por otra parte, Cañumir contó parte de esas secuelas: "Tengo un tiro, un proyectil en la cintura y abierto desde el ombligo hasta el pecho, vasos sanguíneos e intestinos rotos, cortados. Mi cabeza no sé cómo estará, si le pregunto a un psicólogo no sé qué me irá a decir. Mi contención es la tierra, los animales y el trabajo que tengo en las chacras".

Además, criticó el accionar de la policía con su persona: "No quise, no quiero, no puedo volver a trabajar como policía. La policía no me acompañó nada en ninguna etapa. Solo el Comisario de Jefe de Policía que me dio una jerarquía fue la única caricia. El resto brillaron por su ausencia".

Cañumir, también, consideró que en aquel momento se debió proceder de otra manera:  "Se negoció mucho y fue una lástima. Al negociar se dudó tanto que quedó mucha sangre derramada al no hacerse el procedimiento correcto. Hoy en día hay que negociar, pero hay lugar en los que no podés. Hay que llegar, agarrar y entrar. Tito estaría vivo, yo no tendría un tiro y la familia no estaría sufriendo".

Sobre la resolución, añadió: "Quedo conforme y calculo que la familia también. Para mí sí porque es una persona muy peligrosa y tiene que estar donde tiene que estar y cumplir. Tiene que seguir condenado y tiene que se la condena máxima".