El comedor del Chanico Navarro podría cerrar por "palos en el medio" que pone el Municipio

El comedor del barrio Chanico Navarro que conduce la señora Élida Melin estaba realizando las viandas que hace para abastecer a 300 familias cuando, el miércoles, llegó a la sede personal de bromatología y les exigía libretas sanitarias y realizar un curso sobre manipulación de alimentos e higiene.

En ese marco, Élida expresó su cansancio y malestar por la situación: "Hace dos años que estoy con el comedor y ahora quieren que hagamos esto. A mí no me molesta, pero trabajo de 8 a 12.30 así que ¿cuándo voy a hacer la libreta? es una traba que me están poniendo y no tengo ganas de pelear con Evelin (Austin) ni con nadie".

"Si les molesta que abra el comedor, lo cierro. Que se encarguen ellos de las familias que están. Yo entrego la llave y listo, me quedo tranquila en mi casa. No tengo ni me merezco estar sufriendo por algo que me están rompiendo todo el tiempo. Si no es una cosa, es la otra. El municipio acá no aporta, este comedor es de la gente. Me cansé y siempre hay un palo en el medio", agregó Élida.   

 

Además, explicó que si le exigen hacer el curso no lo va a realizar por falta de tiempo. "Si yo me voy a hacer el curso, la gente se queda sin comer. No tengo ganas ni quiero hacerlo. Ahora me hacen inspección y quieren que haga curso. No envenené a nadie en estos dos años y menos lo voy a hacer ahora. Me parece que es una traba".

Por su parte, Mariela, una colaboradora, dio su punto de vista: "Esto es una ayuda para muchas familias. Me gustaría que el municipio piense cuántas familias van a quedar sin comer si Blanca (Élida) cierra. Yo empecé buscando la vianda para mi hijo porque a veces no tenía para darle y una mañana me puse a ayudar para poder llevármela. El Municipio no te ayuda en nada".

"No cualquiera abre las puertas y te da un plato de comida hoy en día".