Sepia: Primeros periódicos de Esquel, segunda parte

Por la ciudad de Esquel, han pasado muchas instituciones y empresas que han formado parte de su historia. En esta ocasión, Jorge Oriola viene a contarnos sobre algunas que no solo han formado parte, sino que han contado la historia en sus páginas: los medios de prensa.

En su primera entrega, nuestro historiador nos contó sobre el crecimiento del impulso de los medios audiovisuales, pero destacando que la prensa escrita y gráfica, la más antigua, es una fuente importante de conocimientos, ya que, a través de ella, el pueblo, sus dirigentes, las fuerzas vivas, asociaciones, individuos destacados e instituciones expresan al público una gran cantidad de cuestiones que permiten, especialmente, dejar un registro de qué pasaba y cómo vivía una comunidad.

En esta segunda parte, Jorge Oriola continúa dando detalles de los tres primeros periódicos semanarios que aparecieron en Esquel.

A continuación, una breve reseña:

En 1924, un grupo de vecinos fundó el primer periódico, llamado El libre del sur, que continuó, cambiando de dueños y directores, hasta la mitad del primer periodo peronista. Paralelamente, otro grupo, pocos meses después, inició el periódico Esquel, que continuó siendo un semanario hasta 1945. Hasta 1980, fue el principal diario de Esquel y la región. A partir de la década de los 30, estos periódicos contaron con un competidor interesante: nació, y se envió al público, un semanario particular llamado El eco de Futalaufquen, dirigido por Carlos Gago Viera, que tenía como característica una prosa ácida y una ávida crítica social, a veces burlona.

"A través del seguimiento a ciertas autoridades, uno puede percibir o leer la conexión del grupo dirigente que bancaba al medio de prensa con esa autoridad"

 

La realización del primer libro de la historia de Esquel, en el año 1950, es otro de los temas abordados en esta nueva entrega de Sepia; "el primer libro de la historia de Esquel tenía un relato bastante parcial, con muchas omisiones y con muchas alabanzas a ciertos personajes".

Además, en este especial, la llegada del periódico El Obrero, en la década de 1940 y posteriormente la aparición de otros semanarios como "Decimos", "La Luz" y "La Chispa"; este último, según asegura Oriola, "un periódico al que uno le tiene mucho cariño y sobre todo a la gente que lo hizo, en especial a Osvaldo Bayer. Este periódico merece un programa aparte".