Álvarez, quien ha vivido diversas etapas de crisis en el país, habló sobre la necesidad de un gran acuerdo nacional para definir un rumbo claro y llevar al país hacia un futuro de crecimiento y prosperidad.
El secretario general del gremio de Empleados de Comercio, comenzó recordando sus experiencias en épocas anteriores de inflación y crisis. Hizo hincapié en la importancia de una dirección sólida para el país y señaló que la falta de un proyecto nacional cohesivo ha debilitado a Argentina.
"Argentina se ha transformado en un país débil: excepcionalmente rico, pero extremadamente pobre. Pobre en cómo se utiliza el recurso humano en nuestro país", enfatizó Álvarez.
Al preguntarle si coincidía con las afirmaciones de Milei sobre una posible transformación de Argentina en una potencia mundial en 35 años, Álvarez expresó su lejanía política, pero que tal logro requeriría un gran acuerdo nacional para definir el rumbo del país y hacer análisis profundos sobre el Estado, los recursos y la reconversión en algunas provincias.
También abordó el papel de los gremios y la necesidad de que las personas al frente de los mismos sean idóneas y honestas, con una visión de futuro para sus afiliados. Habló sobre la importancia de un diálogo abierto y franco entre los sectores empresariales y laborales para mejorar las condiciones de ambos lados y lograr un país más competitivo.
En cuanto a la economía, resaltó la importancia de desarrollar una industria nacional competitiva y diversificada que pueda exportar productos con valor agregado en lugar de depender exclusivamente de la exportación de materias primas. Destacó la necesidad de atraer inversiones y generar condiciones propicias para que las riquezas provinciales se conviertan en empleo y desarrollo.
“Yo creo que tenemos que tener una industria nacional, que esa industria tiene que ser competitiva. No podemos abrir la puerta y no ser capaces de producir absolutamente nada teniendo la capacidad. Pero el tema de fondo sigue siendo el país que tenemos, que construimos todos los días, la falta de modelo”.
Respecto al bono de 60 mil pesos para los empleados, comentó que algunas grandes empresas podrían pagarlo, mientras que los comercios más pequeños podrían enfrentar dificultades. Sugirió que el gobierno podría absorber parte de esta carga debido a la rápida devaluación del peso.
Álvarez concluyó enfatizando la importancia de dar oportunidades a la juventud argentina y crear un futuro viable en el país. Instó a los líderes políticos a sentarse a la mesa y discutir el rumbo de Argentina, buscando soluciones que trasciendan las diferencias políticas.
“Yo creo y he creído siempre en este país, más allá de la dirigencia de turno. Pero tengo que entenderlos porque ellos no ven un futuro viable, ven que hay cientos de miles de argentinos sin trabajar, otros tanto que ya dependen directamente del Estado; no ven un país que se mueve, que va creciendo, que tiene una economía fuerte y pujante, que va a necesitando mano de obra”.
La entrevista con Miguel Álvarez dejó en claro la complejidad de la situación actual en Argentina y resaltó la necesidad urgente de un enfoque colaborativo y colectivo para abordar los desafíos económicos y sociales que enfrenta el país.